El pasado 27 de julio se llevó a cabo en Quito el primer foro internacional denominado Pilares fundamentales para el desarrollo de las Industrias Culturales. El evento contó con la participación de panelistas de Argentina, Colombia, República Dominicana, México y Perú y delegados de instituciones gubernamentales.
El encuentro tuvo como objetivo alcanzar el debido reconocimiento a las distintas propuestas y trabajos de productores ecuatorianos y conocer las experiencias de otros países donde la industria audiovisual se ha fortalecido de la mano de un cambio en la política pública.
La cultura y la pandemia
Las industrias culturales y creativas son los sectores que se dedican a la creación, producción y distribución de bienes y servicios culturales. Esos procesos permiten contribuir a la economía del país.
Sin perjuicio de las políticas públicas, las obras audiovisuales deben ser culturalmente valiosas y preferentemente aptas para generar ingresos suficientes para los sectores involucrados.
En 2019, el aporte de estas actividades fue del 1,79% del PIB a escala nacional según datos compartidos por la sociedad de gestión colectiva Egeda.
Sin embargo, debido a la crisis sanitaria, el sector de las industrias culturales ha sido uno de los más afectados. Aun cuando se han implementado algunos planes de contingencia para apoyar principalmente a los artistas, gestores culturales y trabajadores independientes, el sector aún presenta afectaciones.
La política pública
Ana Piñeres, productora de ‘Palpito’, ‘Tarde lo conocí’ o ‘La roca de oro’ junto a Ignacio Rey, productor de ‘Neruda, y el guionista, director y productor Luis Arambilet presentaron la política pública que incentiva la industria audiovisual en Colombia, Argentina y República Dominicada, respectivamente.
De lo expuesto durante el encuentro se llegó a conclusiones como que las industrias culturales surgen y se desarrollan mejor en un ambiente en donde las políticas públicas no son una simple ilusión sino una verdadera “hoja de ruta”.
Esta agenda debe incluir un armónico y realizable conjunto de medidas que van “desde facilidades para la creación y organización de empresas culturales, hasta medidas que garanticen su financiación e inserción en un mercado”.
En el evento también se sostuvo que uno de los principales efectos de las políticas públicas debería ser el potenciar el efecto multiplicador de las inversiones que ocasionan y su traslado a los empleos directos e indirectos, consumo interno, retornos comerciales, regalías de explotación, entre otros.
Los derechos de autor
Por otra parte, Fernando Zapata y Eduardo de la Parra, junto al Magistrado Hugo Gómez del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, explicaron la importancia del respeto de la propiedad intelectual y específicamente del derecho autor y conexos, para el fomento de las industrias culturales.
Como parte del ecosistema cultural y la política pública también se señaló la importancia de contar con un régimen de derecho de autor y conexos adecuado que “comprenda los derechos, su observancia civil, penal y administrativa, su ejercicio y una gestión colectiva reconocida y protegida”.
Se resaltó el papel de las sociedades de gestión colectiva para el cobro de regalías y el cumplimiento en materia de derechos de autor como la única vía para que los creadores puedan hacer valer sus legítimos derechos frente a las grandes empresas o consorcios como hoteles, empresas de telecomunicaciones, radiodifusión, entre otros.
Los derechos que asisten a autores e intérpretes han sido reconocidos en importantes tratados internacionales, como el Tratado México-Estados Unidos Canadá. También se mencionó su trascendencia en la jurisprudencia de tribunales internacionales, como el Tribunal de Justicia de la Unión Europea o el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina.
Hilda María Jiménez, directora general de Egeda Ecuador, dijo que “contamos con 400 producciones audiovisuales ecuatorianas y 81 socios registrados en la sociedad por la que se velan y protegen sus derechos, cobrándoles una tarifa justa, a usuarios o establecimientos como hoteles, restaurantes o cableoperadores, quienes realizan comunicación pública con estas obras. Sin embargo, el país podría estar en una mejor posición”.