El secreto del abanderado: organizar sus actividades

Diego pallero/El comercio  Alami Flores, abanderada del Manuela Cañizares, repasó el viernes la coreografía junto con sus compañeros.

Diego pallero/El comercio Alami Flores, abanderada del Manuela Cañizares, repasó el viernes la coreografía junto con sus compañeros.

La abanderada del Manuela Cañizares, repasó el viernes la coreografía junto con sus compañeros. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

No se pasan la vida en las bibliotecas. Ellos organizan su tiempo entre estudios, extracurriculares, amigos y familia. Ese es el perfil de abanderados y escoltas, que serán reconocidos el martes, 26 de septiembre del 2017, por sus méritos académicos y personales.

La proclamación del abanderado y el juramento a la bandera se lleva a cabo todos los 26 de septiembre, Día de la Bandera. Los protagonistas son los cerca de 209 220 estudiantes de los terceros de bachillerato de las instituciones a escala nacional, según datos del Ministerio de Educación.

Nicole Q., de 16 años, participará en el evento especial del EMDI School, ubicado en el valle de Los Chillos. En este plantel se ideó un programa para reconocer los méritos académicos de los chicos del último año.

Nicole, quien obtuvo 9,5 sobre 10, llevará la bandera del Ecuador. El pabellón se entrega al joven que haya alcanzado las mejores notas desde el segundo año de básica hasta el segundo de bachillerato.

Muy cerca se ubicaron Camilo A.y María José L. Obtuvieron 9,4, y desempataron por centésimas.

El Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), en su artículo 176, explica que para evitar empates, el promedio final de aprovechamiento se calcula en décimas, centésimas y milésimas. “En ningún caso esta cifra se debe promediar con calificaciones de conducta o disciplina”.

Camilo, por ejemplo, alcanzó 9,483, mientras que María José llegó al 9,475. Ante ello, el primero llevará la bandera de Quito y la segunda, el pabellón de su institución educativa.

Esas distinciones llenaron de orgullo y alegría a los tres jóvenes, que son parte de un grupo de nueve alumnos que conforman el cuadro de honor.

Para Camilo, la nominación fue una sorpresa, ya que el nivel académico de la institución es alto; reciben cerca de 19 asignaturas y aprenden cinco idiomas: inglés, chino, portugués, francés y español.

Esto hizo que llevar la bandera de la ciudad se convirtiera en un reto para este joven de 16 años, quien combina sus estudios con sus entrenamientos diarios de tenis en arcilla. Es sacrificado, pero lo logró.

María José, quien porta la bandera del EMDI, también, se las ha arreglado para jugar básquet sin descuidar el estudio. Esa es su pasión y destina un tiempo para entrenar.

En otros centros particulares como el Alberto Einstein, ISM, Saint Patrick y América Latina, los padres fueron convocados para comunicarles sobre el mérito alcanzado por sus hijos.

En los planteles públicos también los chicos se preparan. Alami Flores y Heidy López, de la Unidad Educativa Experimental Manuela Cañizares, llevarán el pabellón nacional y el de la ciudad, respectivamente.

Concentrada, serena y con paso firme, Flores portaba la bandera y cobijaba con ella a compañeros, con quienes compartió durante cinco años. Combinó sus estudios con actividades extracurriculares.

El arte y el diseño son lo suyo, por lo que cada viernes busca tiempo para ir a diferentes cursos. Su secreto: el equilibrio y la organización del tiempo.

Con eso concuerda Heidy L. Ella no siguió cursos, fuera de la exigencia del colegio, pero supo manejar su tiempo. Así, de lunes a viernes se concentraba en las materias y los fines de semana se divertía con su familia y amigos.

Las actividades extracurriculares, el apoyo de los padres y los maestros son tres factores que ayudan a la formación integral de los estudiantes.

William Rosero es rector del Manuela Cañizares. Según él, los docentes se encargan de la enseñanza y el seguimiento constante de los chicos. Mientras que los padres son un pilar importante para el proceso.

En esto coincidió Hugo Íñiguez, rector del EMDI School, en donde se reconoce a los chicos de octavo año de básica por sus altos puntajes. A ellos se los denomina “escudos”.

Rafaela A., de 11 años, sintió nervios cuando le comunicaron que será premiada. Está feliz, pero trabajará más para alcanzar la bandera nacional en un futuro.

En la Unidad Educativa Municipal Quitumbe, los preparativos para el juramento se intensificaron el viernes. Las autoridades del plantel contaron que, además, los chicos con mejores puntajes, de cada año lectivo, recibirán un diploma.

En contexto

El expresidente Rafael Correa, mediante el Decreto Ejecutivo 366, cambió la fecha del juramento a la bandera. Pasó del 27 de febrero al 26 de septiembre (Día de la Bandera Nacional) de cada año, según consta en el documento con fecha 27 de julio del 2014.

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