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La cosmovisión de la nacionalidad Tsáchila tiene un fuerte apego por la tierra. Sin ella no fuera posible establecer esa forma de conexión imaginaria con los dioses de sus creencias y tradiciones. Este fue el mensaje que regó por todo el territorio de la etnia, el vitalicio gobernador y su representante más ilustre, Abraham Calazacón.
El diseñador gráfico Rodrigo Jiménez utiliza un lápiz y un ratón óptico para plasmar cada rasgo físico de tres personajes tsáchilas, que dibuja en su computadora ubicada en el dormitorio de su casa. El proyecto nació hace alrededor de dos años como un pasatiempo.
Los vegetalistas tsáchilas se han ubicado en la vía Santo Domingo-Quevedo desde hace más de 40 años. Poco a poco fueron adquiriendo las tierras a mestizos o, incluso, algunas son propiedades comunales de la nacionalidad.
La luz del sol que ingresa por una abertura del techo de las cabañas marca el origen del significado de las construcciones que los tsáchilas realizan bajo la tierra, a tres metros de profundidad. El sentido de estas covachas es ser agentes que permitan correlacionar la luz, el aire y la tierra dentro de un espacio que es como una suerte de cápsula.
Las piedras y rocas petrificadas que sobresalen en los centros ceremoniales de la nacionalidad Tsáchila esconden un significado sagrado para los nativos de Santo Domingo.
Durante los últimos 10 años, los tsáchilas, radicados en Santo Domingo han empezado a preguntarse cuáles son sus orígenes o dónde nacieron. El historiador tsáchila Henry Calazacón, de la comuna Chigüilpe, adelanta una investigación sobre ese tema. Él asegura que sus antepasados eran indígenas nómadas.
La relación entre los chachis y tsáchilas hasta hace poco menos de dos años giraba sobre el comercio informal. Los primeros proveen sus artesanías a los nativos de Santo Domingo de los Tsáchilas, mientras que estos garantizan que la materia prima se asegure para esa producción.
La competencia atlética 3K Mujer ¿Qué te mueve? integró a miles de mujeres este sábado 5 de marzo del 2016, en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador.
Los tsáchilas y chachis residentes en Santo Domingo de los Tsáchilas anhelan que la letra del Himno Nacional del Ecuador, que fue traducida a sus idiomas, tenga una mayor acogida en sus comunidades.
Los tsáchilas diseñaron una ruta ancestral para que fuera de su entorno se conozcan sus tradiciones y costumbres. Se trata de 14 sitios ubicados estratégicamente dentro de las siete comunas en las que los nativos, a través de la tradición oral, cuentan sus orígenes, formas de liderazgo, gastronomía y su adaptación con la civilización mestiza.
Este año, la fiesta tsáchila Kasama busca dejar réditos económicos en la comuna Chigüilpe, que está ubicada en el kilómetro 7 de la vía Santo Domingo - Quevedo.
En las comunas tsáchilas, la caña guadúa es un pilar en la construcción de casas, cabañas, sitios para los rituales y paraderos turísticos.
Los miembros de la etnia Tsáchila tienen su propia forma de jugar y divertirse en el Carnaval.
La conexión con los espíritus a través de rituales chamánicos es uno de los atractivos del centro cultural y turístico Masara Mudú.
El impulso a la agroproducción y al turismo es uno de los anhelos que los tsáchilas plasmaron en su Plan de Vida. Este es un proyecto en el que se recopilan las problemáticas de las siete comunas y las posibles soluciones.
La conservan en sus parcelas, dentro de los huertos que están en medio del bosque de las comunas de los tsáchilas, en Santo Domingo. Las plantas de paja toquilla tienen una historia aparte en las tradiciones de esta nacionalidad integrada por 2 500 familias. Desde la existencia de los nativos, a la toquilla solo se la observaba en la composición de las chozas y centros turísticos; ya secas.
Colorados del Búa fue la comuna tsáchila escogida para que este 31 de diciembre de 2015 se desarrolle el primer festival ‘Fin de año intercultural’. El acto iniciará a las 10:00, en la comuna ubicada en el baipás Chone – Quinindé, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Las figuras en el cuerpo de los tsáchilas son el símbolo de su historia y cosmovisión, que data de hace más de 1 000 años. Henry Calazacón asegura que cada línea representa un hecho, que ayudó para que la nacionalidad se conserve. Una de estas fue la epidemia de la viruela.
La lanza de pambil evocó a Chapiro Añapa la época cuando sus abuelos la utilizaban para pescar en el río Cayapas, en el norte de Esmeraldas.
La nueva tendencia en las oficinas públicas y privadas de Santo Domingo es utilizar adornos tsáchilas en los escritorios, recepciones y salas de espera.