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La expresión fue acuñada en 1946 por el economista alemán Alfred Müller-Armack, quien interpoló la palabra “social” a la expresión “economía de mercado”. Pero el concepto fue anterior. La llamada “Escuela de Friburgo” -a la que pertenecían los economistas alemanes Walter Eucken y Leonhard Miksch y los abogados especializados en Derecho Económico Franz Böhm y Hans Grossmann-Dorth- inició en 1937 una serie de libros y publicaciones con la intención de introducir elementos de equidad en el sistema clásico de libre concurrencia. A este empeño se unieron, en la postguerra, varios economistas alemanes, quienes establecieron “el principio de la libertad de los mercados vinculado con la compensación social”, como dijo uno de ellos.
Muchos científicos aceptan, como hecho cierto y comprobado, que la agencia espacial norteamericana —NASA— llevó al hombre a la Luna, pero creen que ella quiere ocultar algo que pudiera ser una “información perturbadora” para la humanidad y por eso impulsa una acción de encubrimiento en gran escala. Radioaficionados de varios países, que siguieron por medio de sus propios equipos UHF las comunicaciones de voz entre los astronautas y el centro de control en Houston —conversaciones que la NASA no permitió escuchar al público y cortó la emisión—, dijeron haber oído un diálogo escalofriante entre los cosmonautas Neil Armstrong y Edwin Aldrin del “Apolo 11”, quienes se mostraron aterrorizados por la presencia de una nave espacial extraterrestre cerca de ellos en la Luna:
“Los piratas cibernéticos han vuelto a poner en internet una nota de una supuesta declaración mía en materia de política ecuatoriana. Esta es una nueva piratería. El pueblo ecuatoriano sabe que hace 25 años me retiré definitiva e irreversiblemente de la vida política —después de haber estado allí por cincuenta años— para dedicarme a escribir mi “Enciclopedia de la Política”, que fue publicada por una importante casa editorial mexicana y colocada también en internet —donde tiene más de 10.600 páginas—, y a la que se puede entrar fácil y gratuitamente. Insisto: toda declaración política que aparezca a mi nombre en los medios de comunicación o en internet será obra de piratas”. Rodrigo Borja.
El 16 de febrero de 1896 se publicó en el “New York Journal” de EEUU la primera tira cómica: “The Yellow Kid”, creada por el norteamericano Richard Outcault. Y a partir de ese momento la caricatura política entró a formar parte del periodismo y se extendió por el mundo para hacer reír a la gente y poner en ridículo a los agentes políticos.
Escribo este artículo en un lugar muy lejano del Ecuador: Croacia. Aquí acabo de enterarme de que ha muerto en Guayaquil el doctor Gil Barragán Romero, uno de los ecuatorianos más ilustres de las últimas décadas. Lo conocí mucho cuando integramos la Comisión de Juristas nombrada en 1966 por don Clemente Yerovi, Presidente de la República interino, con la misión de preparar un proyecto de Constitución Política en la nueva etapa que iniciaba Ecuador después de la dictadura militar.
“La paz es el elemento más generoso y fructífero para el desarrollo y la producción”, dijo el expresidente Rodrigo Borja durante una entrevista a Radio Pública este jueves 25 de octubre del 2018 en el palacio de Carondelet.
Escribió el profesor español Ignacio Sánchez en el diario “ABC” de Madrid que el humor “es hijo del ingenio, atributo de la inteligencia, padre de la ironía y enemigo mortal de la chabacanería y de la maldad”. Y agregó: “hacer reír, en estos tiempos serios, es decir, poco inteligentes, es una de las obras de misericordia”.
Es el arte de cultivar la tierra. Se inició cuando los grupos primitivos se tornaron sedentarios y aprendieron a labrarla para extraer de ella sus frutos. Sin abandonar la caza, la pesca y la recolección de productos formados —que fueron las tradicionales actividades “económicas” de las hordas y los clanes durante largo tiempo— el hombre hizo de la agricultura su más importante medio de subsistencia y fuente de riqueza, juntamente con el apacentamiento de ganado domesticado.
Fue el nombre del movimiento político israelí, fundado en Basilea por el pensador y escritor austro-húngaro de origen judío Teodoro Herzl en 1897, para luchar por el establecimiento del Estado de Israel en sus tierras ancestrales. La palabra viene de “sion”, que es el nombre de una de las colinas de Jerusalén. Pero por extensión los judíos solían llamar Sion a su patria. Y el sionismo, por tanto, era el proyecto político de retornar a ella.
El avance científico y tecnológico ha abierto nuevos horizontes. El pasado domingo la NASA lanzó la primera nave espacial que intenta acercarse al Sol, soportando temperaturas de 1.400 grados centígrados. Se trata de la sonda “Parker Solar Probe”, que es la más rápida construida por el hombre puesto que alcanza la velocidad de 700.000 kilómetros por hora. Y en los siete años de su misión intentará desentrañar los grandes misterios de nuestra estrella solar. Desde principios del siglo XX, como respuesta al vuelo de los dirigibles “zeppelin” en 1901 y al invento de la máquina voladora de los hermanos Wright en 1903, los científicos formularon diversas teorías sobre la naturaleza y límites de los espacios aéreo e interplanetario y los juristas intentaron someterlos a un régimen jurídico de validez general. De que la Luna y los otros cuerpos celestes sean patrimonio de la humanidad se desprendieron varios principios: a) que la exploración y utilización de ellos deben hacerse en interés de
Según el cosmólogo norteamericano John Bahcall de la Universidad de Princeton, la edad del universo es 13.700 millones de años. Fundó su aseveración en los datos enviados por la sonda WMAP diseñada por la NASA y la Universidad de Princeton, que orbita en el punto donde la fuerza gravitatoria de la Tierra y la del Sol encuentran su equilibrio. Con base en tales informaciones es factible, según los investigadores de este proyecto, establecer la edad del universo, la geometría y composición del espacio sideral y su destino final.
La decisión de utilizar el hermoso y caro edificio de Unasur en Pomasqui -que lleva años sin uso- me trajo viejos recuerdos. Los gobernantes de los doce Estados sudamericanos y caribeños, reunidos en la isla Margarita de Venezuela, decidieron el 16 de abril del 2007 -atentos los antecedentes del Cuzco, Brasilia y Cochabamba- crear la “Unión de Naciones Suramericanas” (Unasur), como instrumento del desarrollo social, económico, político y humano de los pueblos de la región y señalar a Quito como su sede.
“Yo estoy afuera de la política 18 años. Me retiré irreversiblemente de la vida política”. Lo reiteró por tres ocasiones el expresidente Rodrigo Borja a su llegada a la sede de Izquierda Democrática (ID), en Guayaquil.
La idea de la unión y solidaridad entre los pueblos latinoamericanos nació al mismo tiempo que su independencia nacional. Un elemental instinto de conservación llevó a los más lúcidos líderes de su emancipación a plantearla. El ilustre político y militar venezolano Francisco de Miranda soñaba con la formación de “una grande familia de hermanos”, como lo dijo en su manifiesto de 1791. El emancipador chileno Bernardo O’Higgins (1778-1842) habló de la “gran confederación del Continente Americano”. Pero fue sin duda el Libertador Simón Bolívar quien vio con la mayor claridad que el destino de los nuevos Estados que habían surgido a la vida independiente estaba vinculado a la unión que ellos fueran capaces de forjar. En su célebre “Carta de Jamaica” de 1815, al hablar del futuro de América, expresó que “es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola Nación, con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costu
Con frecuencia las cosas obvias son difíciles de definir. Eso ocurre con la noción de “pobreza”. Podría decirse que es la imposibilidad económica de satisfacer necesidades básicas, que es la penuria de recursos materiales para llevar una vida humana de dignidad elemental, que es la negación de los derechos fundamentales. Sin embargo, la pobreza es algo más que eso, pues no sólo se trata de la carencia de bienes y servicios indispensables para la vida sino también de los juicios de valor que los pobres hacen sobre su propio quebranto.
Hace quince días se cumplieron 22 años de la clonación del primer mamífero. Biólogos escoceses del Instituto Roslin de Edimburgo crearon en laboratorio el 25 de abril del 96 una cordera sin el aporte del semen de un carnero. Ella no nació, como todos los mamíferos, de un embrión formado por la fusión de un óvulo materno y un espermatozoide paterno sino del núcleo de una célula extraída de la ubre de una oveja -que contenía el material genético de ésta- trasplantado a un óvulo de otra. Y la cordera que nació fue genéticamente idéntica a la oveja madre, de cuya glándula mamaria se extrajo la célula somática.
Fue Marco Tulio Cicerón quien dio a esta palabra -cuyo significado etimológico y original estaba ligado al cultivo de la tierra- el sentido figurado de “cultivo” de la razón humana y la introdujo a los predios de la filosofía y de la historia, donde ha recorrido un largo e intenso camino.
Cristóbal Colón y sus compañeros de aventura llamaron “Indias” a las tierras que descubrieron y España las denominó así durante toda la época colonial. Denominación que se originó en una equivocación geográfica: los hombres de las carabelas, al pisar tierras americanas en 1492, creyeron que habían llegado a la parte occidental de la India y no a un continente nuevo y desconocido.
El humanista e historiador holandés Christoph Keller (1638-1707) —llamado también Cellarius en latín—, en una división que se volvió clásica, separó a la historia de Occidente en tres grandes períodos: Antigüedad, Edad Media y Tiempos Modernos. Pensadores posteriores añadieron nuevas etapas: Edad Contemporánea, Edad Atómica y Edad Electrónica.
Cenaba en Lisboa una noche con ocasión de una reunión internacional a mediados de los años 70. Era una cena muy alegre. En el sector “proletario” de la mesa estábamos los jóvenes -entre ellos Lyonel Jospín, que más tarde fue gobernante de Francia, y varios otros que con el pasar de los años se convirtieron en presidentes de países latinoamericanos y europeos- mientras que al otro extremo de la larga mesa estaban Willy Brandt, Mario Soares, Bruno Kreisky, Olof Palme, Shimon Peres, François Mitterrand y otras celebridades políticas de aquel tiempo. Se dio una charla informal y bulliciosa. Y en ese trance observé que el compañero de mi izquierda no había pronunciado ni una palabra. Tratando de incorporarlo le pregunté: