La banca china ha tenido un rol importante en el Ecuador los últimos años como fuente de recursos. Paulina Garzón explica los principales impactos que ha tenido este financista en la región y Ecuador.
Durante los últimos dos años, el financiamiento chino ha disminuido drásticamente. En 2018 y 2019, China prestó USD 3.2 mil millones a América Latina y el Caribe (ALC) en comparación con los USD 125.8 mil millones que prestó en la década anterior. Sin embargo, esto no se traduce en una menor influencia de China sobre la región. De hecho, las economías de ALC ya dependen de China, y su capacidad para recuperarse de la pandemia de covid-19 estará estrechamente vinculada a la financiación adicional de China a través no solo préstamos de deuda soberana, sino también a través de otras formas de intervención, por ejemplo de las asociaciones público-privadas, participación accionaria de empresas chinas en otras empresas; o los conocidos “joint-ventures”. No menos importante es recordar que China es el primer o segundo socio importador de muchos países latinoamericanos.
El pasado Junio tomo lugar la segunda ronda de negociación para la “optimización” del TLC Perú-China. Según declaraciones oficiales, se habrían revisado temas relativos al comercio de servicios, inversiones, procedimientos, reglas de origen, propiedad intelectual, y comercio electrónico. Sorprendentemente, no se han evaluado los impactos del primer TLC en cuanto a sus implicaciones ambientales y sociales en la extracción y comercio de minerales, el sector más importante de cooperación financiera y comercial entre ambos países. En los 9 años de existencia del primer TLC, los minerales (principalmente cobre) representaron el 83.5% de un total de USD 76 835 millones acumulados de las exportaciones totales a China, según cifras oficiales.
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Panamá y la República Popular China (RPC) el pasado junio es crucial para Panamá y para América Latina y el Caribe (ALC), la razón principal: la Iniciativa de la Ruta de la Seda.
En el 2013 China anunció el plan más ambicioso de inter-conectividad transfronteriza en la historia: “La ruta de la Seda del Siglo XXI”, “Un Cinturón un Camino” (UCUC). Según el Comité Central del Partido Comunista y el Consejo de Estado chinos, el UCUC apunta a promover “la filosofía de la eco-civilización y alcanzar el desarrollo sostenible”.
Desde 1987 hasta 1997 fui miembro de Acción Ecológica pero no son los 10 años de activismo que me llevan a decir que todavía #soyacciónecológica. Soy Acción Ecológica porque me mueven las mismas preocupaciones y compromisos éticos, y porque creo que las organizaciones no gubernamentales (ONGs) no deben limitarse a practicar la caridad para “parchar” la ineptitud de los gobiernos, sino que deben apoyar el cambio de estructuras y políticas que perpetúan la destrucción ambiental y la inequidad social. Dos males que van de la mano.
La relación China-América Latina despegó a mediados del 2000 bajo la bandera de la Cooperación Sur-Sur. En el 2014 el Presidente Xi Jinping dijo que la cooperación entre China y América Latina estaría orientada por un Plan de Cooperación Inclusivo y Sostenible, y en el 2015 Ecuador y China acodaron impulsar una Asociación Estratégica. Pero, ¿qué ha significado en la práctica para Ecuador en financiamiento y energía?.
La visita del premier Li (el número 2 en China) a Brasil constituyó un espaldarazo político y económico al Gobierno brasileño, un ‘socio’ que atraviesa tiempos difíciles con acusaciones de corrupción, en una de las naciones más ricas en recursos naturales. En Colombia, Perú y Chile, cuyas economías aún son independientes de Pekín, la presencia de Li apuntó a brindar confianza para el fortalecimiento de las relaciones.
El HKND Group, la compañía privada recientemente creada por el magnate chino Wang Jing para llevar adelante el proyecto del Gran Canal de Nicaragua, anunció este pasado julio la ruta definitiva del Canal.
Paulina Garzón Columnista invitada Este pasado 11 de agosto, el Gobierno del Chad anunció que llevará un caso en contra de China National Petroleum Corporation (CNPC) a la Cámara de Arbitraje Internacional de París, como había sido acordado en el contrato entre el Gobierno de ese país y CNPC en caso de malas prácticas ambientales.
Paulina Garzón / Columnista invitada Mientras docenas de organizaciones ambientales, de derechos humanos, y de desarrollo alrededor del mundo están intentando preservar a toda costa las políticas ambientales y sociales Banco Mundial, los gobiernos de los Brics anunciaron la creación de un nuevo banco que, en la práctica, reemplazaría al Banco Mundial.
Hace dos años empecé una investigación sobre las regulaciones ambientales y sociales que gobiernan los bancos multilaterales y nacionales que otorgan financiamiento a América Latina, pero al poco tiempo decidí enfocar y expandir la investigación sobre las regulaciones chinas.
En noviembre de 2013, en el Tercer Plenario en la 18va. Asamblea del Comité Central del Partido Comunista Chino, se dio a conocer el plan para la reforma económica enfatizando que estas reformas serán el motor para los cambios en todas las dimensiones: económicas, sociales y culturales de los próximos años.