Desde hace más de cinco años son tendencia en Ecuador las cocinas abiertas. La mayoría se integra al comedor y a la sala, y otras -en cambio- a espacios exteriores como los porches o zona BBQ.
El Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) subastará un lote de 106 artículos, entre los cuales hay televisores cuyos precios van desde los USD 380 hasta 650 aproximadamente.
El Ejecutivo propuso que las cocinas a gas, tanto nacionales como importadas mantengan una tarifa del 0% del impuesto a los consumos especiales (ICE) en el veto de la Ley de Fomento Productivo enviado ayer, 18 de julio del 2018, a la Asamblea.
Las metas para cambiar las cocinas de gas por las de inducción no se han cumplido y el Gobierno quieren impulsar las ventas de la mano del sector privado y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco del IESS (Biess) para alcanzar el objetivo en el 2023.
El 2015 tiene dos capítulos opuestos para los fabricantes de cocinas. Los empresarios estaban optimistas por las ventas de la línea de inducción en el primer semestre, que compensaban la semiparalización de la producción de cocinas de gas.
La entrega de las primeras cocinas de inducción para los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano tendrá que esperar, pese a que el primer lote de 1 000 cocinas llegó al puerto de Guayaquil a finales de mayo del presente año.
Flexibles. Ese es el adjetivo más idóneo para calificar a las cocinas actuales, pues sus diseños son pensados para satisfacer -al menos- dos de las funciones del ser humano: cocinar y socializar.
El presidente de la República, Rafael Correa, no realizó ninguna observación y envió directamente a Registro Oficial la Ley de Incentivos a la Producción y Prevención del Fraude Fiscal, que se publicó hoy 29 de diciembre del 2014.
La “Alianza Global para Cocinas Limpias” abrió el jueves en Nueva York una cumbre de dos días para recaudar 500 millones de dólares para favorecer la erradicación del uso de leña y carbón para cocinar, cuyos gases causan unos 4,3 millones de muertes anuales en el mundo.
Carmen Segovia mece con una cuchara de palo una mazamorra de harina de maíz que se cuece en una olla asentada sobre un fogón.
El ‘boom’ de cocinas de inducción que vive el país a raíz del plan implementado del Gobierno ha lanzado varios productos y modelos al mercado que deben ser diferenciados.
Una combinación de gris, blanco y colores en tonos fuertes es la tendencia que cada vez se impone para la decoración de las cocinas en los hogares de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Las preventas de cocinas de inducción superan en el país las 40 000 unidades de la marca Ecasa mientras que la marca Indurama ya distribuyó 2 000 cocinas durante las últimas dos semanas de agosto en todo el país.
Esta semana se inicia la producción de cocinas de inducción a escala nacional.
El Ministerio de Industrias de Ecuador tiene hasta este mes de junio del 2014 para calificar y validar de las ofertas de las empresas interesadas en proveer 3,5 millones de cocinas eléctricas de inducción, las cuales reemplazarán a las cocinas de gas en todo el país.
Las estufas y chimeneas a leña son una opción que gana adeptos en el país pero no son los únicos artefactos que utilizan este combustible para realizar sus tareas: las cocinas son otros equipamientos de ese rango. Estas cocinas tienen una característica que las hace inconfundibles: son macizas y muy pesadas pues están elaboradas en acero macizo o hierro fundido. Son muy parecidas a las que usaban las abuelitas o las que se ven aún en películas y series televisivas como Bonanza. En la capital se las puede encontrar en Bosca o Amesti, dos firmas chilenas. Son ideales para las casas de campo, las viviendas tipo hacienda, explica Susana de Manríquez, de Bosca, ubicada en l República e Inglaterra. Estas cocinas se caracterizan porque el acero especial con el que están confeccionadas permite alcanzar temperaturas de 600°C por largo tiempo, explica Edwin Barba, de Amesti, tienda ubicada en la avenida Occidental y Jorge Piedra. Estas cocinas son totalmente herméticas; es decir, el humo y los r
Organizaciones ecologistas de México buscan que la implantación de cocinas a leña eficientes, que reducen la contaminación, se financie mediante la venta de bonos de carbono en los mercados voluntarios.