El mercado de cocinas y refrigeradoras se achica

Cocinas Ecasa

El 2015 tiene dos capítulos opuestos para los fabricantes de cocinas. Los empresarios estaban optimistas por las ventas de la línea de inducción en el primer semestre, que compensaban la semiparalización de la producción de cocinas de gas.
En el segundo semestre las cosas cambiaron por tres factores. El primero fue el anuncio de la llegada de cocinas de inducción proveniente de China. El segundo es el retraso en los pagos por parte del Gobierno a los distribuidores y comercializadores, que se abastecen de las fábricas nacionales. Y un tercer factor ha sido la reducción en el consumo por la contracción económica del país.
Andrés Tapia, ejecutivo del Grupo Ortiz, dueño de la fábrica de cocinas Midea, cuenta que a partir de junio se contrajo la demanda por estos factores.
Su planta, que funciona desde octubre del 2014 y que se abrió por el proyecto gubernamental de Cocción Eficiente, tiene capacidad instalada para 600 unidades al día. Tapia dice que nunca llegaron a esa cantidad. “Ha sido una producción irregular”. Incluso, aún no se define la meta del 2016 por la incertidumbre que ocasiona una economía en contracción.
En estos meses se han aplicado opciones para no depender del crédito que ofrece el Gobierno a los compradores a través de casas comerciales. Ofertas con tarjetas de crédito, combos, descuentos, etc., se han puesto en marcha en la red de distribuidores o en los locales de Coral Hipermercados, que son parte del Grupo Ortiz.
El gerente de Ecasa, Mario Esteban Espinoza, dice que también optaron por buscar financiamiento para sus compradores. Pero su producción bajó de 10 000 a 7 000 cocinas al mes, desde junio. “El descenso se dio por el anuncio de la llegada de las cocinas chinas a precios inferiores”.
En Induglob, que fabrica las marcas Indurama y Global, también bajó la producción. Hasta junio pasado fabricaban
25 000 unidades y el mes pasado fluctuó entre 1 000 y 2 000. El bajón del sector no fue compensado por las exportaciones. Hasta octubre pasado, las ventas de cocinas a gas al exterior cayeron en USD 11,1 millones si se comparan los mismos períodos del 2014 y 2015, de acuerdo con el Banco Central del Ecuador (BCE).
Las exportaciones a Colombia, Perú, Chile… y, fundamentalmente a Venezuela disminuyeron. Para Espinoza, ha sido un año paralizado en cocinas a gas. En este último trimestre vendió pocas unidades en el país, que se tomaron del inventario que mantiene en su planta en el sur de Quito.
Para el 2016 su objetivo es recuperar el mercado venezolano y abrir una oficina comercial en Perú. “El próximo año lo tomamos con sigilo por los problemas económicos del país y la falta de liquidez en el mercado”, dice Espinoza.
El mercado de los refrigeradores tuvo un mejor comportamiento, ya que el producto nacional suplió al importado, el cual dejó de llegar por las salvaguardias. Ecasa produce entre 4 000 y 5 000 unidades al mes de refrigeradoras, congeladores y vitrinas frigoríficas.
En los almacenes de Guayaquil, la venta de las refrigeradoras bajó entre un 10 y 15%, dependiendo del modelo. Si se trata de uno importado y de alta gama el descenso llega al 25%, señala Carlos Erráez, jefe de Ventas de Importadora Soria.
Este negocio comercializa las marcas nacionales Indurama y Global, y las importadas Whirpool y Electrolux. “Para mover stock hacemos una mayor promoción de los equipos más económicos”. Según él, en noviembre comercializaron 15 refrigeradoras y en diciembre prevén unas 40. “Son proyecciones austeras. El año pasado vendimos 100 en diciembre”.
En el local de Almacenes Jaher, en el centro de Guayaquil, las ventas también bajaron un 10% en línea blanca con respecto al 2014; aunque hubo un repunte por el ‘Black Friday’, asegura Mariana Larrea, ejecutiva de ventas. Según ella, desde mediados de año, los clientes buscan opciones con menos funcionalidades, sin importar el tamaño. “Quieren sin dispensadores de hielo y menos compartimentos”.