Los vinos funcionan como regalo para cualquier ocasión. Foto: Pavel Calahorrano/ Sabores.
Se acercan fechas festivas, desde la celebración a Quito hasta las festividades de Navidad y Año Nuevo. Cada evento viene acompañado de reuniones familiares, de amigos o trabajo. Acudir con las manos vacías resulta un poco indelicado y un vino es una elegante opción para cualquiera de estos encuentros.
Para guiar en el camino vitivinícola, dos expertos ofrecen sus consejos al momento de seleccionar un vino. El sommelier Fabian Przypolski señala que el primer paso es decantar la selección a través de dos preguntas ¿tinto o blanco? ¿espumante o no?
Después el presupuesto para el regalo es clave. Cristina Jarrín, editora de A la mesa con Vinissimo, considera importante rendir homenaje a la comida con un vino que sea del mismo nivel. “No hay que satanizar que es caro o elitista, a partir de USD 15 es factible encontrar algo especial”.
Vinos de gama baja entregan buena calidad desde USD 13 a USD 18. Las opciones de DEVINUM van desde espumantes, rosados a tintos. Foto: Pavel Calahorrano /Sabores
Los expertos coinciden en cuatro categorías al momento de regalar: vinos jóvenes, gran reserva, vinos espumantes o rosados son productos que sin duda se disfrutarán y que combinan con una amplia variedad de comidas.
Ya sea en perchas de supermercados o en cavas de tiendas especializadas aparecen vinos jóvenes. Jarrín señala que es una gran opción para alguien que está haciendo primeros acercamientos hacia el mundo del vino. Son vinos para beber rápido, menos complicados y de precios más accesibles. En blancos o rosados los vinos jóvenes no deben consumirse más allá de los dos años desde la señal de la etiqueta. En tintos, aconsejan, máximo un año extra.
Para un regalo más especial o para algún conocedor, los vinos que llevan Gran Reserva o Reserva en la etiqueta son precisos. El costo es más elevado porque son licores que han pasado por barrica. “Es un regalo que ya tiene su imagen”, señala Przypolski.
Los vinos de gama alta son una opción para los conocedores del vino. Los costos van desde USD 50 en adelante. Foto: Pavel Calahorrano/Sabores.
Los espumantes son un universo por sí solos. El sommelier ve a este licor como una opción. “A todo el mundo le gustan las burbujas, es una opción interesante para no equivocarse”. Combina con todo, se puede tomar como aperitivo un extra brut o un demi sec de postre. “Da esa imagen de sofisticación sin que quedes arruinado”, dice Jarrín.
El vino rosado es un obsequio ideal por su versatilidad. Pues combina tanto en asados como pescado o pastas. Por último se puede analizar las cepas u origen. Al país llegan vinos de Chile, Argentina o europeos de España y Portugal. Jarrín señala que para aprovecharlos es necesario tener la mente abierta. Probar de cada uno de ellos permite crear un concepto propio y disfrutar de la variedad.
Consejos rápidos:
El vino puede ser un obsequio en compañía de otros ingredientes. Foto: Pavel Calahorrano/Sabores.
Buscar asesoría: Las tiendas especializadas brindan asesoría y tiene costos que se ajustan a bajos y altos presupuestos, dependiendo de las necesidades de cada cliente. Las tiendas de vinos tienen precios de súper mercado en sus locales por lo que resultan más convenientes.
Canastas: Si una botella entera todavía no convence al comensal hay paquetes con los que el regalo hará quedar bien a cualquiera. Existen las botellas pequeñas o medias botellas (para cuatro copas) que permiten personalizar el regalo. Acompañar la botella con chocolate ecuatoriano, queso o café local da un toque ecuatoriano al obsequio.
Presupuesto: Los vinos varían de precios. Sin embargo es posible encontrar versiones de calidad en el mercado, desde USD 13 en adelante. Lo mejor es ir probando en cada ocasión para reconocer los vinos que mejor se adecuan en cuanto a sabor y precios.
Reserva o Gran Reserva: Si bien los vinos con esta etiqueta señalan calidad. Es mejor decantarse por la segunda etiqueta. Puesto que las barricas por las que se pasa el vino en este formato son trabajadas de forma especial. Sus costos ascienden a USD 1000. El enólogo no desperdiciará la barrica con cualquier uva y la dejará un mínimo de tres a cuatro meses en reposo. Por lo que el comensal tiene la seguridad de que el vino ha sido considerado hasta en el último detalle.
Cepas: En América Latina se juega con diferentes cepas. Por eso es bueno tener la mente y el paladar abierto. Las cepas porque dependen de los terruños por eso se puede encontrar mezclas como espumantes con cirac o con malbec. Lo que añade nuevos sabores. En vinos portugueses incluso hay tintos ligeramente burbujeantes que valen la pena probar.