Esta es la tercera ocasión en su historia futbolística que el combinado tricolor vive el honor de estar entre los 32 mejores equipos nacionales del deporte más extendido en la Tierra.
Siempre en el tramo final, como para poner más intriga, sufrimiento y emoción, la tercera clasificación mundialista llega después de la frustración de haberse quedado en las puertas de Sudáfrica 2010.
Este esfuerzo colectivo muestra progresos pero también las complejidades de la práctica de este deporte que exige altos niveles de competencia. La llegada al Mundial de Japón y Corea, en el 2002, y la clasificación a Alemania, en el 2006, fueron muestras inequívocas de avances. Ya había quedado atrás la vieja historia del eterno colista y del equipo vapuleado con goleadas por los grandes sudamericanos: Brasil, Argentina y Uruguay.
Esta eliminatoria emparejó a Ecuador con Colombia, Chile o Uruguay -que venía de ganar la Copa América y un cuarto puesto en Sudáfrica-. A esas estrellas ganó Ecuador en el estadio Olímpico Atahualpa, con sobra de méritos.
No hay que olvidar el trabajo de los técnicos colombianos: la táctica de ‘Pacho’ Maturana, que sembró el camino para que ‘Bolillo’ Gómez avivara la autoestima y Luis Fernando Suárez le pusiera cabeza fría a una participación más que decorosa. El reto para Reinaldo Rueda es buscar nitidez en el gol. Y soñar una vez más con mostrar nuestro fútbol nada menos que en Brasil y, desde allí, al mundo.