El destino de los acuerdos comerciales con China y Costa Rica es una preocupación del sector exportador ecuatoriano. Con la decisión del presidente Guillermo Lasso, de optar por la muerte cruzada, la ratificación de estos acuerdos está en el limbo.
El pedido de los empresarios es que los acuerdos sean ratificados por la Corte Constitucional y no se tenga que esperar a la nueva Asamblea Nacional, que estaría instalada a partir de noviembre de 2023.
Para los exportadores, el ministro de Gobierno, Henry Cucalón, se apresuró al decir que los acuerdos comerciales tienen que ser ratificados por la nueva Asamblea Nacional.
Si bien la Función Legislativa nunca ha negado un acuerdo comercial en Ecuador, el temor de los empresarios es que se dilate la puesta en vigencia o -en el peor de los casos- que no exista la ratificación.
Aún no existe un pronunciamiento oficial para conocer que estrategia aplicará el Gobierno en estos casos.
En la agenda comercial ecuatoriana también está el avance de las negociaciones para lograr acuerdos de alcance parcial con Panamá y República Dominicana, que se prevé iniciar en las próximas semanas.
Con Corea del Sur están en el proceso de adecuación y traducción de textos, verificación de lo que se negoció conste en los documentos.
Antes de la muerte cruzada se preveía un viaje a Seúl para julio o agosto para la firma oficial del tratado de libre comercio. Son otros casos que preocupan porque se podrían dilatar por la coyuntura política-electoral.
El sector exportador insiste que la continuidad de la agenda comercial, así como la tarea por fortalecer la seguridad y competitividad, deben abordarse como un objetivo de política de Estado que convoque al esfuerzo de todas las instituciones públicas y privadas.