Los indicadores macroeconómicos muestran la salud de una economía. Su evolución permite ver tendencias, identificar sectores claves para apuntalar el crecimiento, detectar vulnerabilidades y tomar correctivos para garantizar un desarrollo que beneficie a las personas que han sido más golpeadas durante la pandemia: jóvenes, mujeres y quienes trabajan en la informalidad.
El año que terminó fue, en términos generales, de recuperación económica, como ha sido en la mayoría de países del mundo que están saliendo adelante tras la gran crisis de 2020. Ecuador no fue la excepción. Luego de haber registrado una profunda recesión, que se evidenció en una contracción del 7,8% del producto interno bruto (PIB), la economía nacional habría terminado 2021 con un crecimiento de entre el 3,5 y 4%, según proyecciones del Banco Central y de otros cálculos de expertos.
Ese crecimiento, sin embargo, es insuficiente para recuperar la actividad productiva que existía antes de la pandemia, más aún si se compara a Ecuador con el desempeño de otras economías de la región, como Perú o Chile, que proyectan crecer a tasas de dos dígitos. La economía chilena, por ejemplo, cayó 5,8% en 2020, pero su recuperación fue más rápida de lo esperado. Los pronósticos van del 11,5 % al 12% para 2021, lo cual le permite recuperar más rápido sus problemas de desempleo o pobreza.
A Ecuador le tomará más tiempo recuperarse de la crisis de 2020, aunque varios indicadores evidencian una mayor actividad productiva. La recaudación de impuestos a cargo del Servicio de Rentas Internas, por ejemplo, creció 13% en 2021, gracias a una mayor actividad empresarial en el segundo semestre.
Lo anterior, sumado a mayores ingresos por el alto precio del petróleo, permitió bajar el déficit fiscal a USD 2 916 millones, la cifra más baja en 10 años. La inflación del año pasado (1,94%), si bien es la más alta en cinco años, no representa un problema.
Para este nuevo año, el país prevé crecer 2,5%, pero se necesita duplicar o triplicar esa cifra para hablar de una reactivación económica que se traduzca en desarrollosostenido e incluyente.