IMPUESTOS EN ESPERA

Una nueva Reforma Tributaria está en la sala de espera. El Presidente busca su tratamiento con carácter de urgente en la Asamblea. Se trata de aumentar impuestos para completar las aspiraciones oficiales de USD 406 millones para la salud.

El Ejecutivo tenía previsto enviar el nuevo paquete de impuestos la semana pasada. Las tensiones en la conformación de autoridades de la Asamblea, por la polémica elección del Presidente y la incapacidad para designar vicepresidencias, tienen el plan parado en los archivos oficiales.

La reforma tributaria fue anunciada hace ocho meses en uno de los tantos gabinetes itinerantes. En enero, en Baeza, el Presidente dijo que la situación de la salud merecía una emergencia y recaudar más dinero con impuestos a los ecuatorianos. El calendario político y el llamado a la consulta privilegió los cálculos electorales y la reforma fue postergada.

El impuesto verde, justificado desde una visión ambientalista, ha derivado en cambios, ajustes y hasta un nuevo bautizo: “Reforma ambiental tributaria prosalud”.

Los anuncios dubitativos han suscitado muchos cuestionamientos. El tributo a las bolsas plásticas se eliminó. El impuesto a los autos continúa vigente, aunque sería más propicio mejorar la calidad de la gasolina y castigar el consumo a quienes más la emplean.

Los sectores productivos han hecho cuestionamientos porque lo consideran un marketing verde, una alta carga a la producción, un impacto por el encarecimiento de los productos nacionales, y hasta críticas a la estructura del gasto público. La polémica reforma tributaria se inscribe en un plan que el Gobierno quiere completar con la Ley de Competencias y la Ley del Mercado de Valores.

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