Ajustes en los GAD

La crítica situación por la que atraviesa la economía impacta en los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD).

Las prefecturas provinciales y los municipios -sean estos grandes o pequeños- sienten los rigores de la contracción de la economía.

El ideal de un país descentralizado sin dependencia del Estado central se desvanece en una realidad incontrastable de los GAD: el presupuesto, la ejecución de obras y los gastos corrientes de las nóminas de empleados y trabajadores de cabildos, juntas parroquiales y consejos provinciales vienen, en mayor o menor medida, de la misma fuente: el erario nacional.

Un Régimen que depende del ingreso del petróleo, la deuda y el pago de impuestos de los ciudadanos es el telón de fondo. Pocos son los municipios que logran recaudar recursos por su propia cuenta por concepto de tasas.

EL COMERCIO hizo una inmersión panorámica en varios de los Gobiernos Autónomos
Descentralizados. En distintas proporciones, los problemas son generalizados. Los retrasos en las asignaciones se compadecen con el inicial ajuste de USD 392 millones con respecto a lo presupuestado para el ejercicio 2015. Además el ministro de Finanzas Fausto Herrera explicó en enero que otros USD 200 millones serán recortados. Al momento existen atrasos que se espera cubrir en abril.

Haber minimizado el ahorro y la austeridad, y la falta de profundización de la descentralización, pasan hoy factura.

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