Las ventajas y desventajas que tiene dormir con un gato

Foto referencial. Antes de continuar o iniciar con la costumbre de dormir con un gato, conviene informarse bien de las ventajas e inconvenientes.. Foto: Pexels / Helena Lopes

¿El hábito de dormir con el gato en la misma cama, voluntaria o involuntariamente, es bueno para la salud? A esta pregunta llegan con frecuencia los dueños de estos felinos -que suelen despertar y volver a dormirse varias veces en la noche- y merodear.

Compartir sueño con el compañero felino aporta mayor sensación de seguridad emocional y física para ambos y ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad.

Esto contribuye a experimentar un sueño reparador y reconfortante, además de estrechar lazos de amistad con la mascota. Por otro lado, los gatos que duermen con sus dueños son más cariñosos que los que no lo hacen.

Ahora: si resulta que el gato es inquieto, es muy posible que el sueño no sea tan reparador para la persona.

Los gatos son animales nocturnos, y sus ganas de jugar o de decidir a qué hora debe su humano despertar pueden influir en la calidad del descanso y afectar el patrón de sueño. Por no hablar de sus juegos (sobre todo cuando son gatitos jóvenes), que acaban pagando las orejas, las manos y, sobre todo, los pies.

Dado que los gatos son animales de interior, y muy ágiles, resulta más difícil que con los perros evitar que entren a los dormitorios o se suban al sofá o las camas. Pero, además, si el gato sale a merodear fuera de la casa, hay que sumar factores negativos extra, como pulgas, peleas con otros gatos y la posibilidad de que estos regresen portando infecciones, de manera involuntaria.

En este sentido, hay que establecer una vigilancia más exhaustiva y minuciosa, además de mantenerlo limpio, con todas las vacunas y desparasitado para minimizar riesgos.

Alergias a los felinos

Para los alergólogos, claro está, no es muy recomendable dormir con mascotas, en ningún caso, dado que aportan alérgenos (presentes en la piel, la saliva e incluso los restos de orina) que se quedan en los colchones, y de los que no es fácil deshacerse.

Si después de sopesar las ventajas e inconvenientes la decisión la persona es seguir durmiendo con el minino, conviene informarse bien, mantener al gato aseado y en buenas condiciones de salud, el arenero siempre limpio y tomar las precauciones necesarias para evitar que esta costumbre tan adorable acabe originando problemas.

Con información de La Vanguardia.

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