El césped puede ser un alérgeno para algunos animales de compañía. Foto: Wikicommons.
Si has notado que tu perro se rasca mucho y su piel se ha tornado rojiza, es posible que tenga una condición conocida como dermatitis atópica. Así como en los humanos se producen irritaciones en la piel, a las mascotas también les puede ocurrir y hay varios motivos.
El portal especializado en medicina de animales PetMD explica que la dermatitis atópica es una enfermedad crónica asociada con alergias. Estas reacciones pueden ser desencadenadas por sustancias y elementos comunes como el césped, lodo, polen, polvo, entre otros.
El síntoma más visible es la picazón que se manifiesta con un rascado o lamido compulsivo de la mascota. Las orejas, muñecas, tobillos, hocico, axilas, cerca de los ojos, entre los dedos de las patas y el abdomen suelen ser las zonas más afectadas.
El médico veterinario Patricio Torres, de la veterinaria Perros y Gatos, explica que en estos casos se suele intentar identificar los alérgenos (sustancias que provocan alergia) por descarte. Es decir, se cambia la comida, se restringe su permanencia en el césped o se limpia la casa más seguido para que no se acumule polvo. Cuando la reacción disminuye o desaparece con una de estas acciones se puede tener una idea de qué tipo de alergia es.
En estos casos, los veterinarios recomiendan alejar al animal del lugar donde está la sustancia o tomar otras medidas. Aunque esta enfermedad no tiene cura, se pueden tratar sus síntomas para darle una mejor calidad de vida a la mascota.
Los baños medicados son una alternativa, pues ayudan a aliviar la picazón y disminuir la carga bacteriana que está en la piel. Otra opción es el uso de medicamentos, pomadas y, en caso de que nada funcione, corticoides recetados por un profesional.