Ha dedicado toda su vida al fútbol, incluso desde antes de que debutara profesionalmente con Liga Deportiva Universitaria (LDU), en un partido a los 15 años.
Considerado uno de los jugadores más talentosos del fútbol ecuatoriano, tras su retiro incursionó en la dirección técnica y, también, en el periodismo deportivo.
¿Qué diferencia a las selecciones de hoy con las de décadas atrás, que nos han permitido clasificarnos ya a cuatro Mundiales?
La diferencia es que antes el proceso de eliminatorias era totalmente diferente. Primero, no había cambios durante los partidos; en el año 66, en que estuvimos cerca de llegar al mundial de Inglaterra, se lesionó (Pablo) Ansaldo, siguió jugando y perdimos la clasificación en Guayaquil, cuando estaba todo listo. Otra cosa es que se jugaban tres partidos y allí se definía la clasificación al Mundial; hoy se juegan 18 o 19 partidos y usted tiene todo el año para preparase.
Antes, el llamado era de cinco días, siete días. Además, había mucho regionalismo; si se analizan las alineaciones, eran jugadores de Guayas y muy pocos de otras provincias; el técnico tomaba esa resolución. Asimismo, en cuanto a jugadores, eran totalmente diferentes los partidos y la preparación; pero había muy buenos jugadores.
¿Cómo se sentía esa situación frente a los rivales?
Pienso que la diferencia era mayor porque eran pocos partidos y si usted repasa las alineaciones que tenían los equipos del exterior, eran jugadores de gran nivel… de Argentina, de Uruguay, de Colombia, de Brasil. Y nuestra preparación no era como la que se tiene hoy. Además, era muy difícil salir al exterior; Spencer era el único; luego salí yo, después Bolaños; pero no había esa facilidad de los empresarios de llevarlos muy chicos para jugar afuera, que existe hoy.
Ni soñar en aquella época con contar con psicólogo, nutricionista, preparador físico…
No, nos entrenábamos en el estadio Modelo y luego íbamos a la concentración en el hotel. Nada que ver con las ventajas que tiene hoy la Selección Ecuatoriana de Fútbol; además de tener buenos elementos, que juegan en el exterior y, lógicamente, eso no existía antes. Y, repito, se jugaba más con jugadores de Emelec, Barcelona y pocos de otras partes del país.
¿Los cambios profundos se dan tal vez en la época de Dusan Draskovic?
Yo creo que la venida de Draskovic fue beneficiosa, pero no totalmente, porque se perdieron la creatividad, el juego vistoso, el jugador 10 y, en cambio, se comenzó a tener más fuerza, más potencia, más velocidad; se buscaron jugadores de todo el país y se conformaron grandes equipos. Pero más allá de eso, se cambia cuando se empieza a trabajar a nivel institucional, a buscar un terreno para que, primero, la Ecuafútbol tenga allí a su directiva, que haya canchas de fútbol y todo eso cambió. Y por eso se ha llegado a cuatro Mundiales. Al comienzo no había nada de aquello y poco a poco fue jerarquizándose el fútbol ecuatoriano.
¿Aportó, también, el trabajo con divisiones inferiores?
Claro que sí. Antes solo se jugaba el fútbol profesional y el de reserva. No había equipos de divisiones menores. Luego se empezó a jugar el fútbol juvenil, categorías menores. Antes ni se pensaba que pueda haber fútbol femenino. Y hoy está incluido en este proceso, que ha sido bastante bueno. Siempre se podrá decir que hasta que logramos la primera clasificación no había jugadores…, pero los había. Lo que pasa, creo, es que no existían esas facilidades de la actualidad.
¿Qué nos falta todavía?
Yo diría que falta poco. La distancia en los torneos sudamericanos, en las eliminatorias… casi no existe, es casi igual. Ecuador siempre se ha clasificado bien. Creo que la Selección que estuvo en Alemania 2006 (donde tuve la suerte de estar mirando) era una de las buenas selecciones y llegamos a octavos de final. Y con esto de que los jugadores salen muy jovencitos afuera, les da más jerarquía en la parte personal, en la parte psicológica y en la parte futbolística. La mayoría se está formando afuera; antes lo hacíamos en casa. Hoy, desde muy chicos, están en Europa y eso es algo muy interesante. Lo que ha hecho Independiente del Valle es algo para imitar. Hay equipos que solo buscan los campeonatos internacionales, llegar a Copa Libertadores; se invierte mucha plata y no en jugadores jóvenes, como lo está haciendo Independiente.
¿Se puede recuperar esa vivacidad futbolística que parece haberse perdido?
Hoy también existe. En Ecuador hay jugadores de gran nivel futbolístico. Lo que pasa es que, de repente se dice, se ha perdido el 9, se ha perdido el 10, pero en la estructura futbolística que existe ahora hay otras alternativas. Se cierran más las defensas, se consiguen buenos arqueros. Qué importante fue lo que se hizo hace muchos años en el país: prohibir la importación de arqueros; es ahí donde nacen grandes arqueros en el fútbol ecuatoriano. Todas esas cosas han mejorado. Y la parte física también ha cambiado.
¿Con qué perspectivas ve usted a La Tri en Catar?
Se dice que Catar es el equipo a vencer, porque no jugó eliminatoria, y vimos que Ecuador pudo hacer mucho más. Creo que el segundo tiempo Ecuador se quedó un poco, cuidó a los jugadores, pero habría sido bueno, como hizo Inglaterra, tratar de convertir la mayor cantidad de goles para una posible clasificación. Pero Ecuador tiene figuras importantes, está en muy buen nivel. Esperemos que contra Países Bajos (hoy) lo demuestre y logre un triunfo, porque hoy los chicos están jugando de igual a igual. Tienen una mentalidad interesante, progresiva para no achicarse, como se solía decir que ocurría.
¿El equipo tiene equilibrio?
El equilibrio y el orden es bueno en un equipo de fútbol. Y el equipo ecuatoriano ha conseguido equilibrio, orden y buena distribución de fútbol para llegar al arco rival. Y eso ha permitido que Ecuador sea un equipo ordenado, equilibrado y con gran contundencia.
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