La luchadora Lissette Antes (izq.) es evaluada por un médico de la Federación de Loja. Secretaría del Deporte
El retorno de los deportistas a los entrenamientos presenciales trae una serie de tareas médicas y físicas. “Debemos saber cómo está el deportista luego de 60 días de aislamiento. Los exámenes médicos nos dirán si está apto o medianamente apto para la práctica deportiva”, dijo el doctor Tyrone Flores, director de ciencias médicas de la Federación Ecuatoriana de Tenis.
El ciclista Jonathan Caicedo y la atleta Ángela Tenorio reconocieron que, pese a los entrenamientos realizados en sus domicilios, han subido dos kilos porque las cargas de trabajo fueron inferiores a las que estaban acostumbradas antes del aislamiento.
“En el caso del tenis, la próxima semana vamos a someter a los chicos a exámenes de biometría hepática, electrocardiogramas, sangre y valoraciones inmunológicas y de covid-19”, añadió Flores.
El galeno dijo que hay que comprobar si subió el nivel de colesterol y triglicéridos. “La existencia de grasa en el organismo provoca cansancio, fatiga, falta de aire y lesiones”.
Otra observación que realizó Flores tiene referencia con el uso de la mascarilla. Esta debe utilizarse solo para llegar al lugar de entrenamiento. “El uso durante el entrenamiento puede provocar mareo, inestabilidad y fatiga porque el oxígeno no llega hasta el cerebro”.
En Loja, las patinadoras María Loreto Arias, Renatta y Fernanda Moncada y los miembros de la selección de lucha olímpica, José Sánchez, Lissette Antes y Yamilex Cumbicus (lucha), se sometieron a chequeos médicos previo al reinicio de sus entrenamientos.
El deportólogo Luis Feijó realizó específicamente pruebas antropométricas para medir el porcentaje de grasa y de musculatura. “Los primeros resultados nos confirman que sí hubo un aumento en el porcentaje de grasa y bajó el de musculatura. Los resultados los enviaremos a los entrenadores para que realicen la planificación adecuada”.
Otro aspecto que preocupa a los entrenadores son los incidentes que se pueden producir en los deportistas al retomar sus entrenamientos presenciales. Marcelo Plasencia, de carrera de patines, dijo que si bien sus deportistas se entrenaron en técnica, fuerza y potencia no lo hicieron con los patines. “La bota les puede producir ampollas porque no han rodado por dos meses”.
Las patinadoras María Loreto Arias, Renatta y Fernanda Moncada se entrenan desde el miércoles en el kartódromo de Loja, sobre asfalto.
En fútbol femenino, el entrenador Éddison Méndez, de Carneras UPS, dijo que tras este aislamiento, se requiere de al menos seis semanas de entrenamientos presenciales, “porque no es lo mismo entrenarse delante de un computador. En este tiempo seguramente se ha perdido ritmo y sensibilidad con el balón”. Él sugiere una minipretemporada de reacondicionamiento físico para encarar el torneo.
Los deportistas se incorporarán progresivamente a los entrenamientos presenciales, una vez que obtengan los salvoconductos y los escenarios estén abiertos.
Flores y Feijó recomiendan que la primera tarea de los entrenadores es recopilar información básica de las condiciones físicas y realizar un test de esfuerzo y gestos motores.
Otra de las sugerencias es incorporar un test emocional para revisar el comportamiento y la proyección en los deportistas. El entrenador no sabe cómo vivió ese confinamiento en la parte emotiva”, recomienda Francisco Rojas, ‘coach’ empresarial y atleta.
En esta última parte es clave que el motivador o sicólogo transforme la experiencia del confinamiento, que arrastra días de entrenamientos perdidos o aumento de peso, a nuevos retos.