Como seres humanos no siempre podemos aprender, saber o hacer cosas que a simple vista nos parece complicado realizar y por tanto las omitimos. Toda persona tiene un talento original, que no sabe que late en su interior, pero pasa inadvertido a sus sentidos y sin embargo es parte consustancial de ella… ¿cómo saber de ese algo si no hemos puesto atención en descubrirlo?
En estos momentos de pandemia que nos ha llevado a una vida de distanciamiento, alejándonos de seres queridos y compañeros, coartando actividades que solíamos hacer, dejándonos sumidos en conflictos internos y externos (sin trabajo, sin salario, etc.) prácticamente en una desorientación total; surge el hecho de que, muchas personas han descubierto dentro de sí facetas que estaban ocultas, abriéndose un abanico de actividades y oportunidades en varias disciplinas, dígase artísticas, científicas, deportivas, comerciales, etc. En este contexto, lo más importante es que nacieron muchos emprendimientos; lo cual nos lleva a concluir que muchos éxitos se forjan en los peligros que desencadenan desafíos en los momentos más inesperados.
La gran mayoría de nuestro pueblo anida en su mente y corazón ese espíritu de superación a través del trabajo y esfuerzo personal, lo cual le empuja a descubrir facetas en condiciones adversas sin que el aparato estatal le regale nada. ¡Cuándo aprenderán? los gobernantes a explotar estos talentos innatos al ecuatoriano común.