Los resultados de tener malos gobernantes
El domingo último, al subir a la Cima de la Libertad a los treinta o más años, y recorrer las calles Cumandá, Aguarico y Libertad, me llamó la atención la enorme cantidad de construcciones que se alinean, una junto a otra a lo largo de calles estrechas y empinadas que suben por el flanco de la montaña. Al llegar al Templo de la Patria, pude apreciar cuánto ha crecido la ciudad en estos más de treinta años, sobre todo al sur y aún más, me llamó más la atención lo superpoblado que está una gran parte del Parque Metropolitano, que debÃa haber sido conservado como bosque protector, porque este debÃa cumplir una acción de amortiguamiento del impacto de los aguaceros y permitir que el agua sea absorbida por el suelo, con lo cual se podrÃa evitar desastres como el de la calle la Gasca. Lo mismo debÃa haberse hecho con la falda de la montaña, arriba de la calle Cumandá; afortunadamente en este último sector, se ha detenido la invasión de las construcciones habitacionales un poco más abajo del Templo de la Patria; pero me espeluzna imaginar la gran tragedia que puede producir un terremoto en este sector.
No se puede culpar solo al municipio del Distrito Metropolitano de no haber evitado que la superpoblación de la ciudad haya ocupado áreas que debÃan ser prohibidas para ese tipo de uso; pues aquella es el resultante de la falta de visión de todos los gobernantes que ha tenido el paÃs durante muchas décadas, especialmente el que rigió desde el 2007 hasta 2015, pues en los planes de gobierno se olvidaron del desarrollo del sector rural que no ha contado con servicios básicos, ni incentivos para desarrollar sus actividades económicas que son fundamentalmente agrÃcolas, ganaderas y forestales, a tal punto que el régimen al que he aludido, en lugar de incentivos, cargo con impuestos a las tierras agrÃcolas. Producto de esta miopÃa gubernamental, ha aumentado la migración de cientos de miles de personas hacia las ciudades y al extranjero; lo que ha producido entre otros efectos dañinos, el aparecimiento de barrios clandestinos, que luego demandan servicios, con todas las consecuencias graves para el convivir de la comunidad. La culpa de esta situación también recae en los consejos provinciales; cuyos titulares, en lugar de buscar votos en las ciudades, debÃan haber atendido el desarrollo del sector rural.
Carlos Adolfo González Sánchez
AsambleÃstas de alquiler
El Ecuador viene sufriendo de representantes polÃticos designados como AsambleÃstas a una lista de personajes que lo único que están es para servir a los dictados o las conveniencias de quien maneja el partido o el movimiento polÃtico. Les dan escrito lo que digan y cuando tienen que levantar la mano. Nos encontramos que sus votos están deliberadamente dirigidas a servir a los intereses mezquinos del jerarca del partido, que previamente ha tranzado cuál va a ser su posición y si por si se atreven a discernir o tomar decisiones diferentes el camino que les queda es alinearse a otro movimiento o partido polÃtico o, enrolarse en la fila de los independientes.
Estamos sometidos a una constitución que fue mañosamente redactada e impuesta, para tener sometido el poder electoral, judicial bajo el mando del poder ejecutivo en ciertas resoluciones y en otras a consignas polÃticas establecidas por el gran poder de este sistema que se quiere implantar en toda la América Latina y que unos pocos paÃses han caÃdo en sus falsas promesas y presa de sus populismos que acaba con poner en la miseria a los que pensaron salir de la pobreza y la falta de oportunidad des, que se han visto obligados a abandonar su paÃs.
Hoy en forma descarada el paÃs se ha visto sorprendido por la actuación de unos cuatro asambleÃstas o supuestos legisladores para levantar sanciones de un juez que descaradamente y documentadamente ha cometido una serie de anomalÃas en su labor, mientras estuvo al frente de la dignidad de justicia y lo dejan libre por una simple mayorÃa.
Igual sucede con el sinnúmero de aprehendidos en hechos delictivos y con las evidencias en las manos; la justicia está siendo sobornada o sometida a un grupo de mafiosos que han proliferado en el paÃs. Que ha aglutinado a personas de malosos antecedentes y no escatiman en el dinero porque les sobra o en la simple amenaza para que las pruebas se pierdan, los juristas se enfermen, en fin de que desaparezca toda muestra que los involucre en los hechos. O. son juzgados y logran salir, pero no reformados como deberÃa ser los centros de rehabilitación, sino para seguir y con más venganza nuevas fechorÃas.
La ciudadanÃa está siendo sometida al miedo, al temor, a la extorsión, y otros cruzados de brazos, viendo los acontecimientos tratando de cuidarse, de protegerse y mientras tanto vemos que los verdaderos ciudadanos (también se han detectado en algunas irregularidades), que cumple con su labor a costa de exponer su vida, por honrar su uniforme como son los policÃas y los militares por servir con honor ante la escalada del tráfico de drogas, las extorsiones, los secuestros y una serie de asaltos y robos en todas las ciudades del paÃs. Y que los jueces sean tan benignos para cambiar las disposiciones, para darles arresto domiciliario, darles la libertad con grillete que nadie lo controla.
Y las cárceles siguen imperando la ley del más duro y se sigue proveyendo de armas y municiones y una serie de implementos y los guardias penitenciarios obligados a cumplir y son los presos con sus lÃderes quienes dan las disposiciones y las órdenes y viven sobre todo y con las comodidades que les permite los recursos que sacan del tráfico de drogas, de las extorsiones, etc.
Nuestro repudio a que actos como estos se sigan dando en el paÃs e insistir en la necesidad patriótica, de la participación para poner nuestro amor a la Patria, porque no podemos seguir siendo sometidos por payasos, bailarines, tÃteres que están en la asamblea para cumplir consignas y lo que les conviene los dueños de los partidos o movimientos polÃticos casi siempre no en beneficio de las grandes mayorÃas sino de sus propios intereses.
Por un Ecuador diferente votemos por gente diferente. No por los mismos de siempre. Vamos a cambiar el paÃs o el paÃs se convertirá en el paÃs sometido y atropellado por el poder, del narco tráfico, de los movimientos indÃgenas mal dirigidos, dueños del paÃs y caeremos en la persecución, la prisión y encarcelamiento del derecho a discernir o pensar diferente.
Lionel EfraÃn Romero Reyes