Tito Rosales Cox, editor deportivo
Twitter: @titorosalescox
Gustavo Alfaro es un entrenador sensato que no requiere de asistencias para que lo ayuden a escoger a los futbolistas que llamará a la Tricolor.
Pretender hacerlo es como elaborarle el camino que tiene que seguir. Eso es innecesario porque la urgencia es otra. Él necesita trazar su propia hoja de ruta, mantener un ‘feedback’ con los potenciales seleccionados, alimentar en ellos ese espÃritu de ambición que se requiere en el fútbol. Esa es la única vÃa para que conozca parte de la cultura de los futbolistas, sus formas de pensar dentro de una cancha y los estilos de vida, fuera de ella.
Alfaro cuenta con la ventaja de conocer la idiosincrasia del latinoamericano, egos de jugadores, vivencias del camerino… Su desventaja: la falta de tiempo, porque no puede hacer convocatorias para microciclos con los futbolistas del torneo local, por el apretado calendario.
Él ya tiene una base de datos de la generación que quedó tercera en el Mundial Sub 20 y de un club (Independiente) que ganó una Sudamericana, pero lo prudente es que convoque a los que están en mejor momento.
Tal vez lo conveniente es que las eliminatorias se pospongan para el 2021. Esa opción le darÃa tiempo a Alfaro y elevarÃa la exigencia. Pero esa decisión originará un cambio de formato del sistema, menos partidos para cada Selección, y un perjuicio económico en las federaciones.