Al oeste de la ciudad de Guayaquil, en la Policía Judicial, a 20 kilómetros de la Penitenciaría, familiares de las personas asesinadas en las cárceles buscaban retirar los cuerpos ya identificados o identificarlos para poder velarlos.
Según datos oficiales, se habían identificado ya 34 cuerpos. Sus familiares esperaban que se cumplieran los trámites para poder retirarlos, velarlos y enterrarlos.
Al menos 68 personas fueron asesinadas en la Penitenciaría y 25 resultaron heridas durante enfrentamientos registrados desde la noche del viernes 12 y la madrugada del sábado 13 de noviembre.
Según el Gobierno, el trámite para la entrega de un cuerpo reconocido consiste en realizar la autopsia, que deberá ser avalada por la Fiscalía, solicitar al Registro Civil la autorización de los datos y verificar si están cedulados, otorgar el acta de defunción y de ahí se puede entregar el cuerpo.
En el lugar, también se daban cita empleados de funerarias que ofrecían sus servicios que incluían, en algunos casos, la asesoría para acelerar la entrega de los cuerpos, además del servicio de ataúd, nicho y la organización de un velorio.
Esto, pese a que el Gobierno anunció que la Secretaría de Derechos Humanos entregará en las próximas horas los féretros a las familias de los detenidos asesinados.
La incertidumbre todavía reinaba en el lugar, hasta donde se acercaban personas que no tenían noticias de sus familiares detenidos, con los que se comunicaron por última vez cuando inició el ataque.
Muchas de las personas buscaban una prueba de vida de sus familiares, sin tener respuesta ni en la Penitenciaría ni en la Policía Judicial, donde se atendía a los familiares de las víctimas.
Básicamente se trataba de familiares de personas detenidas en la zona conocida como transitoria, donde se registró la mayor cantidad de asesinatos, según las autoridades.
Personal del Ministerio de Salud, Cruz Roja, Secretaría de Riesgo y otras instituciones ofrecían el servicio de asistencia psicológica a los familiares de las víctimas.
Al norte de la ciudad, en la Penitenciaría del Litoral, unos 900 policías y 500 militares permanecían en el centro carcelario donde, a decir de las autoridades, no se habían registrado enfrentamientos en las últimas horas.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador, SNAI, dijo en un comunicado que no se registraban enfrentamientos en ninguna de las cárceles del país y que los detenidos habían terminado con la medida de no recibir alimentos en reclamo a la matanza en la Penitenciaría del Litoral.