De los 2045 robos de vehículos registrados en el 2010, el 82% (1686) ocurrió en la vía pública y el 6% (123) en estacionamientos. En el primer semestre de este año se reportó el robo de 1 230 carros, según datos del Observatorio de Seguridad Ciudadana.
La responsabilidad civil sobre el robo o daños en los carros en los parqueaderos depende de las políticas de cada administrador.
Hace tres semanas, Hernán Soria estacionó su Vitara SZ en la Robles y Amazonas, en la Zona Azul, en el sector de La Mariscal. Cuando regresó al lugar, se dio cuenta que no había la llanta de emergencia de su vehículo. Presentó la denuncia en la Fiscalía aunque sabía que había pocas posibilidades de recuperar lo perdido.
En el reverso de las tarjetas prepago de la Zona Azul se aclara que el costo de USD 0,40 cubre el derecho de uso del espacio público en la vía, pero no representa el cuidado del vehículo.
Roberto Gabela, gerente de Terminales y Estacionamientos, explicó que el Municipio no puede hacerse responsable por la seguridad de un vehículo en la zona de parqueo tarifado en la vía pública. En la Zona Azul hay un policía metropolitano por cada 80 carros. “Eso significa que el policía pasará por un mismo lugar cada cinco minutos aproximadamente. Además, la presencia de los uniformados es más como una estrategia disuasiva”.
Aclaró que hay una póliza de seguro en caso de robo de un auto, pero que se aplica únicamente en los edificios de parqueaderos del Centro Histórico.
Hace dos semanas, Angélica Núñez ingresó con su carro al nivel E del parqueadero municipal del Cadisán, en la Mejía y Benalcázar. Fue a realizar un trámite en la Dirección Provincial de Educación. Tardó cerca de 30 minutos.
Cuando regresó se percató de que le habían robado la mascarilla del radio. La administración no se hizo responsable del robo.
Vladimir Guevara, administrador del parqueadero, explicó que en el estacionamiento trabajan dos guardias de seguridad: uno en el área de recaudación y otro en la salida vehicular. Los seis niveles de estacionamientos tienen poca vigilancia.Por ello, la administración no se responsabiliza de los objetos perdidos dentro del auto.
Para no dejar su vehículo en la vía pública, Soria decidió pagar un parqueadero privado. El más cercano a su oficina, en la Robles y Amazonas, le cuesta USD 60 mensuales. Sin embargo, el administrador del estacionamiento privado también le advirtió que no se hace responsable por robos o daños materiales.
Esa política se aplica en la mayoría de los parqueaderos del sector. El que administra César Ramírez es uno de los pocos que cubre los gastos por robos o daños accidentales en los vehículos, en el sector de La Mariscal. En su negocio hay un sistema de videovigilancia y un procedimiento de registro.
En otros parqueaderos privados hay deficiencias en los sistemas de control y seguridad. John Peralta se encontró un tique de parqueo en el estacionamiento de un centro comercial. Cuando salió con su auto, le entregó al guardia ese tique. El custodio no verificó el número de placa y lo dejó salir sin ningún problema.
Para Soria también es complicado salir con su vehículo durante la noche. En las vías alrededor de las zonas de diversión y comercial hay personas que ofrecen el cuidado de los vehículos por un valor mínimo de USD 2.
“Si pasa algo con el carro esas personas no se hacen responsables. Pero si no se les paga suelen tomar actitudes agresivas”.
Gabela informó que se analiza la posibilidad de extender el funcionamiento de la Zona Azul al horario nocturno.