La zona Quitumbe se extiende desde la avenida Morán Valverde hacia el sur. Foto: Galo Paguay / El Comercio
Esta semana se retomarán las mesas de diálogo entre los dirigentes de los barrios de sur de Quito y las autoridades del Municipales, con el objetivo de debatir las necesidades de las parroquias: Chillogallo, La Ecuatoriana, Quitumbe, Guamaní y Turubamba, ubicadas en el extremo sur del Distrito.
Según el acta de acuerdos, elaborada luego de la reunión que mantuvieron un grupo de dirigentes con el alcalde Mauricio Rodas, en junio, hay tres temas pendientes: regularizar el uso del suelo, el ámbito social y la intervención que harán las empresas municipales.
En estos espacios la prioridad será canalizar la dotación de servicios básicos y mejoras en la movilidad (transporte y vías), mencionó la dirigente Nube Tenepaguay, quien participa en estas reuniones. “Estas obras macro son necesarias para el desarrollo”.
En Quitumbe se muestran dos realidades. Entre la avenida Morán Valverde y Cóndor Ñan, las vías principales son amplias y están pavimentadas. Las soluciones habitacionales están organizadas, en su mayoría, en condominios. Se cuenta con áreas recreativas, servicios básicos y transporte público.
La ‘otra cara’ de esta administración zonal se observa al pasar la avenida Cóndor Ñan, hacia el sur. Por ejemplo, la avenida Quitumbe Ñan, una de las vías principales que llega hasta Guamaní, tiene unos tramos de tierra, otros de lastre o pavimentados. Algunas vías no tienen ni señalización.
Esta realidad se puede evidenciar en una parte de la Lira Ñan, en el Escalón 1, y en algunas vías secundarias.
La cobertura de servicios básicos en estas cinco parroquias dista de las del resto de la zona urbana de Quito. Alrededor de un 96,1% de las viviendas del extremo sur cuenta con agua potable, el 94% con red de alcantarillado, el 99% con energía eléctrica y el 97% con el servicio de recolección de basura, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En el resto de administraciones de la zona urbana (Eloy Alfaro, Centro, Norte y La Delicia) el promedio muestra que 98,6% tiene agua potable, un 97,4% alcantarillado, 99,7% energía eléctrica y 99,3% servicio de recolección.
Las familias que no disponen de servicios básicos realizan conexiones improvisadas para contar con estos recursos. “En la zona Quitumbe 400 familias no tienen agua potable”, sostuvo Tenepaguay.
Para mejorar la realidad en este territorio se requiere de una mayor intervención de las autoridades. “No se puede avanzar si se cambia de administradores a cada rato”, dijo Patricio Morales, vicepresidente de los barrios del suroccidente de la zona Quitumbe.
Durante la actual Alcaldía cinco funcionarios han estado al frente de la administración zonal de Quitumbe, dos de ellos han sido encargados.
El cambio en las autoridades no ha generado una incidencia mayor en la gestión, mencionó José Luis Guevara, secretario de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana. El funcionario precisó que los titulares de esta entidad cumplen con las políticas establecidas por el Burgomaestre.
La intervención en los sectores se ha visto limitada por la falta de regularización. Si estos no están reconocidos no se puede ejecutar obras. En Quitumbe alrededor de 80 barrios están en estas condiciones.
Pese a esto Guevara mencionó que se está trabajando para cumplir con las demandas de esta zona. Mencionó que ya se han emprendido acciones para promover el presupuesto participativo y se está reformando la normativa para incrementar este rubro e invertirlo en obras.
El control del comercio autónomo, la aplicación de reformas en el cobro del impuesto predial, la regularización de los barrios, la existencia de áreas de recreación, que son otros de los requerimientos, también “están en proceso”.
La zona de Quitumbe tiene necesidades insatisfechas desde hace 30 años aproximadamente. “Aquí no hubo intervención del Estado, la gente levantó sus casas según sus posibilidades”, mencionó Luisa Maldonado, concejala de Alianza País por el Distrito Sur.
Por esto, pidió a la actual administración dar continuidad a las obras planificadas: instalar contenedores de basura, construir el centro cultural, formalizar el transporte público…
‘Los espacios fueron mal usados’
Handel Guayasamín, urbanista. Fue director del Plan Ciudad Quitumbe.
La esencia del Plan Ciudad Quitumbe, que tiene 25 años, fue alterada. Los espacios abiertos que se dejaron para dotar de infraestructura recreativa, equipamiento de educación, de salud fueron usados como depósitos de las deficiencias urbanas de la ciudad.
En el extremo sur se ha puesto la terminal terrestre, estaciones de Bomberos, de Policía, porque en las otras urbanizaciones nadie dejó ni un metro cuadrado para estas instalaciones. En la zona Quitumbe se necesita realizar una evaluación para determinar los problemas en cada uno de los sectores.
Además, el Municipio debe tomar acciones para evitar que la ciudad siga creciendo en las áreas agrícolas o ecológicas. Es necesario que la ciudad se concentre y no se extienda hacia otros territorios. En el nivel popular, por evitar los trámites, se construye de manera informal.