Fuerza de los vientos se reducirá en las próximas horas en Quito, indica el Inamhi

Familias afectadas por los fuertes A. Los techos de sus casas se desprendieron, se cayeron torres de transmisión en el barrio Auqui de Monjas. Foto: Eduardo Teran /  EL COMERCIOA

Familias afectadas por los fuertes A. Los techos de sus casas se desprendieron, se cayeron torres de transmisión en el barrio Auqui de Monjas. Foto: Eduardo Teran / EL COMERCIOA

Familias afectadas por los fuertes A. Los techos de sus casas se desprendieron, se cayeron torres de transmisión en el barrio Auqui de Monjas. Foto: Eduardo Teran / EL COMERCIOA

Los fuertes vientos reportados en Quito en las últimas horas se deben a que hubo un desplazamiento de aire seco por húmedo y para las próximas 48 horas se espera el ingreso de más humedad desde la cuenca amazónica, lo cual generará posibles precipitaciones que variarán entre débiles y moderadas.

Esa es la conclusión a la que llegó Edgar Vaca, analista de pronóstico y alertas hidrometereológicas del Inamhi, la tarde de este jueves 5 de noviembre del 2020, luego de que en la capital se reportó la caída de una antena de radiocomunicaciones en las calles Los Cedros y Los Pinos del barrio Auqui de Monjas, ubicado en el oriente de la ciudad.

“Cuando tengamos la presencia de humedad va a disminuir la fuerza de vientos. Con el pasar de las horas los flujos de los vientos van a ser menores a los que se presentaron anteriormente”, manifestó el funcionario.

La velocidad de vendavales alcanzó los 14 metros por segundo en el sur de la capital, mientras que en el norte fue de 12. “En algunas localidades del sur de la provincia de Pichincha han llegado a 20, principalmente al mediodía”, acotó Vaca.

De su parte, los moradores del vecindario Auqui de Monjas continuaban hoy con las reparaciones de los daños ocasionados por el vendaval de ayer en los techos de sus viviendas.

Desde las 06:00 de este jueves 5 de noviembre del 2020, ellos recogían las planchas de zinc y pedazos de madera. “En ese momento sentí desesperación y ganas de llorar porque observé que el ventarrón levantó todo lo que encontraban a su paso”, manifestó Silvia Taco.

Según el reporte de las autoridades municipales, una antena de radiocomunicaciones del sistema de transporte urbano fue derribada durante la emergencia y se desplomó sobre dos viviendas de construcción mixta.

En uno de los inmuebles afectados se encontraban tres niños que se escondieron bajo la cama para protegerse. Se asustaron porque, al mismo tiempo que se produjo la emergencia, cientos de abejas de un centro apicultor que funciona en la misma cuadra del vecindario se escaparon de los enjambres e ingresaron a la casa.

Una adolescente, de 13 años, que se encontraba en la misma casa con los tres chicos fue atacada por los insectos. “Ella salvó a los más chicos porque los ingresó debajo de la cama para protegerlos, pero las abejas le picaron en la cabeza y resultó muy afectada. Salió a la calle a pedir auxilio y un vecino la asitió”, contó Adriana Taco mientras recogía los escombros en su propiedad.

Las familias damnificadas perdieron enseres que tenían al interior de las viviendas. Recogían las planchas de zinc para reconstruir los techos. Al mismo tiempo quemaban madera para que el humo ahuyente a las abejas.

La gente coincidió que en otras ocasiones se reportaron fuertes vientos en el vecindario, pero ninguno con la magnitud de ayer. “La mayoría de personas de aquí subsiste de lo que trabaja en la construcción y quehaceres domésticos. Nos toca recoger lo que sobró de los techos de zinc y reconstruir lo que se destrozó”, expresó Maria del Carmen Cuchipe, madre de la adolescente atacada por las abejas. “A mi niña le duele mucho el cuello y las piernas, tiene más de 20 picaduras en la cabeza”.

Los moradores pidieron a las autoridades que les ayuden a cubrir los daños en sus propiedades. De momento, 13 niños del barrio no cuentan con Internet para seguir las clases en línea porque el vendaval destruyó la conexión de ese servicio.

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