10 parroquias de Quito forman parte de la estrategia Covid Cero
En la casa comunal de Carapungo, la enfermera Cynthia Caiza realiza pruebas rápidas. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El coliseo y una oficina de la casa barrial de Carapungo (norte de la capital) son los centros de operación de un consultorio comunitario. Allí no solo se toman pruebas de coronavirus sino que se capacita a líderes barriales de 10 parroquias, para poner en marcha la estrategia Covid Cero.
A las 14:00 del miércoles 16 de junio del 2021, cuatro personas esperaban por la toma de una muestra. Tres voluntarios se colocaron los trajes de protección en la oficina, y con todos los implementos requeridos, salieron con los pacientes para realizar las pruebas en el coliseo.
Ese es uno de los servicios que se presta a diario, cuenta Amparito Córdova, doctora a cargo del consultorio comunitario, que se montó en abril pasado. Las pruebas rápidas son gratuitas; pero también hay una de antígenos a USD 30.
Córdova comenta que para las de antígenos, que son más efectivas, se estableció el costo más barato posible. No reciben donaciones de test del Municipio ni del Ministerio de Salud Pública (MSP), las consiguen por gestión propia.
El testeo es una de las seis medidas simultáneas que plantea la estrategia Covid Cero. Según el epidemiólogo Alberto Narváez, coordinador de la iniciativa, las otras cinco son: la vacunación, la búsqueda activa de casos, seguimiento de pacientes, control de brotes en barrios y el apoyo social.
La estrategia se ejecuta a modo de piloto en Calderón, Llano Chico, San Antonio de Pichincha, Pomasqui, Ciudad Bicentenario y en las cinco parroquias de la Ruta Escondida (Perucho, Puéllaro, Atahualpa, Minas y Chavezpamba). Hay 42 brigadistas. Como Calderón es tan grande, allí se abrieron dos puntos de atención.
Para capacitar a los líderes de esas zonas trabajaron cinco médicos. Se abordó la implementación de las medidas de bioseguridad, identificación de casos, síntomas de alarma en aislados y reacciones tras la vacunación. Los esfuerzos se concentran en la importancia de que las personas se inoculen. Nelly Caicedo, líder de Ciudad Bicentenario, cuenta que ese barrio lo conforman 28 manzanas y se trabaja con dos personas en cada una.
“Las personas de la tercera edad tienen recelo de vacunarse. Dicen que les van a colocar el mismo virus y le temen. Ese tipo de mitos son los que intentamos desmentir”, cuenta.
Las reuniones de capacitación con los representantes de cada manzana se hacen mediante la plataforma Zoom. Después, ellos son los encargados de socializar con cada morador, ya que en promedio hay 150 personas por manzana.
La estrategia se lanzará formalmente el próximo 1 de julio. Los voluntarios esperan concretar el apoyo del Municipio y del MSP. La idea es empezar un trabajo también en el sur, en las parroquias de Guamaní, La Magdalena y en el sector de Chilibulo.
Catalina Yépez, directora de Políticas de la Secretaría de Salud, considera que todos los esfuerzos de la comunidad por evitar la propagación del virus son válidos. Indica que los datos muestran una leve disminución en la lista de espera por hospitalización y por una cama en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Con cierre al 13 de junio pasado (último dato de la Secretaría de Salud), el porcentaje de ocupación en UCI es del 95% y la lista de pacientes en espera es de 76. Hasta ahora, el pico más alto en esa lista fue en abril pasado, con 126 personas. Añadió que el trabajo en comunidades es importante “porque los vecinos son sus ojos”.