El 7 de septiembre del 2021 la Contraloría General del Estado aprobó el informe de un examen especial realizado a varios procesos de contratación en la Administración Zonal Eugenio Espejo (norte de Quito), entre el 2017 y el 2020.
En el informe se anotaron varias inconsistencias a contratos para la ejecución de obras como incrementos no justificados de montos, falta de certificaciones de los encargados en esos procesos, obras sin sustentos técnicos, entre otras observaciones.
Los contratos que fueron analizados por la Contraloría corresponden a obras y contratos por cerca de USD 7 millones.
Una de las modificaciones “sin sustento técnico” están relacionadas a la rehabilitación de la piscina de la parroquia Atahualpa. Allí se encontró que de los montos previstos inicialmente se alteran por casi USD 6 000.
Según la Controlaría, entre el 2017 y 2020 tampoco se ingresó información completa al portal de Compras Públicas de varios procesos. Situación similar ocurrió con ocho contratos generados bajo régimen especial durante el 2019, de los cuales se encontró información incompleta.
De la misma manera se determinó que una empresa realizó los estudios técnicos de una obra en las parroquias de Perucho y Zámbiza, por casi USD 300 000.
En el 2019 también se indicó sobre al menos 11 contratos de forma recurrente que se concretó con un mismo proveedor y bajo régimen especial por más de USD 2 millones.
Igualmente se determinó que del 2017 al 2020 se concentraron varios proyectos en un sólo contrato por más de USD 4 millones. Dichas obras, indica la Contraloría, fueron ejecutadas en diferentes puntos de la ciudad dentro del límite que corresponde a la Administración Zonal Eugenio Espejo pero “sin que éstas tengan dependencia o vinculación entre sí”.
Asimismo, se encontró un bien adquirido embodegado (baterías sanitarias) que fueron colocadas casi un año después de haber sido adquiridas en la Zona Especial Turística de La Mariscal y rubros de pagos en exceso por más de USD 1 millón.