La conservación de bienes del patrimonio no despega en el IMP
En la Catedral Metropolitana, en plena Plaza Grande, actualmente se ejecutan obras de restauración, como parte de las intervenciones. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
La imagen interior de la biblioteca del Colegio María de Nazaret es la misma de hace cuatro años: tablones quemados, paredes con machas negras y sin techo. En ese bien patrimonial, la restauración no avanza.
La tarde del 3 de septiembre de 2017 hubo un incendio en el ala norte. Los cuartos de las madres que vivían ahí; además de laboratorios y aulas, se quemaron. Hasta hoy, el único avance es la instalación de una cubierta y el apuntalamiento de la estructura.
Para sor Nelly Guapaz, coordinadora general del colegio, las gestiones ante el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) han sido un calvario.
Si bien durante la administración de Mauricio Rodas (cuando ocurrió el incendio) hubo avances, la religiosa dice que en los dos últimos años los trabajos se estancaron.
Lo que ocurre en esa infraestructura es un reflejo de otros problemas en el centro de Quito. Una de las características de esa zona es el patrimonio. Sin embargo, entre enero y agosto de este año, según la Secretaría de Planificación, a su conservación se dedicaron solamente USD 651 684.
Este monto corresponde al 24,6% del total del presupuesto devengado, es decir, lo que se ha pagado y comprometido a pagar, entre enero y agosto de este 2021, apenas asciende a USD 2,6 millones.
Esto, además, significa que en ocho meses el IMP tan solo ha ejecutado 26,8% de su presupuesto anual, que suma USD 9,7 millones.
Raúl Codena, exdirector del IMP en la administración de Jorge Yunda, explica que cerca de un 50% del presupuesto estaba invertido en la regeneración urbana del Panecillo. Pero esa ejecución, dijo, se vería recién en noviembre próximo.
El exfuncionario justifica esta baja ejecución con problemas relacionados al sistema de compras públicas. Entre las dificultades incluye el cambio de Gobierno, que se produjo en mayo pasado, y los problemas derivados de la crisis política en la Alcaldía.
Según la planificación para este año, el IMP implementaría cinco programas de conservación: espacio público del Centro Histórico, edificaciones patrimoniales, arquitectura religiosa, patrimonio arqueológico y bienes muebles.
Todos estos proyectos evidencian retrasos, según los informes de la Secretaría de Planificación. La nueva directora del IMP, Angélica Arias, confirma esa realidad.
Lo único que ha avanzado desde agosto pasado es lo relacionado con el mantenimiento en las parroquias urbanas, incluido el Centro Histórico. En este último sector, se ha trabajado sobre todo en las aceras y en la limpieza de paredes.
Arias reconoce que otro programa afectado fue el de los incentivos para el mantenimiento de las casas patrimoniales. Con los recursos que se entregaban, los dueños de los predios podían costear las reparaciones necesarias.
Una de las beneficiadas hace más de dos años fue María Dolores Cassis. Ella paga el préstamo que le otorgaron mediante su impuesto predial. Sin embargo, desde que fue desembolsado el dinero, ella no supo más del Municipio.
Otro predio patrimonial es el de la Fundación Casa Victoria, en San Roque. Allí, la fachada ahora está pintada. Según Alicia Durán Ballén, coordinadora de la Fundación, durante la administración de Codena le ayudaron para esa obra sin que tuviese un costo.
Arias dice que en noviembre y diciembre trabajarán para sacar los procesos de contratación. Muchos de ellos no se podrán concretar este año, por lo que esperan terminarlos durante el primer trimestre de 2022. Entre lo que se planifica intervenir está el Colegio María Nazaret.
Para el próximo año, el IMP pedirá un presupuesto de al menos USD 22 millones para ejecutar estos trabajos.