En el barrio de La Pampa, en Calderón, ayer se hicieron pruebas a los moradores. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
En el local de uno de los dirigentes barriales del sector La Pampa, en Calderón (norte), seis voluntarios hacen preguntas y toman muestras de sangre. Allí, con pruebas rápidas, se busca a las personas que podrían tener covid-19.
Ayer 21 de diciembre del 2020, desde las 08:30, los voluntarios empezaron la atención. Una de ellos es Stefany Cevallos, enfermera de 25 años, quien desde el inicio de la pandemia ha estado involucrada con las brigadas que se han formado en esa parroquia.
Con la ayuda y capacitación de la Universidad Central del Ecuador (UCE), 40 brigadistas toman las pruebas. Calderón ha sido una de las zonas que, durante la pandemia, se ha mantenido entre las de mayor número de contagios en Quito.
El Ministerio de Salud reportó que hasta ayer se confirmaron 67 812 casos positivos en el Distrito. Sin embargo, el último dato reportado por parroquias es del 16 de diciembre.
Ese informe muestra que en Calderón hay 4 689 casos positivos, eso representa 6,42% del total registrado.
Cevallos reconoce que la labor es difícil. Esto, porque no siempre la ciudadanía tiene conciencia del riesgo. “La semana pasada, una persona que dio positivo andaba sin mascarilla y escupió frente a todos. La falta de responsabilidad es algo complicado”.
El epidemiólogo Alberto Narváez, docente de la U. Central, es uno de los coordinadores de la iniciativa. Señala que ese centro de estudios recibió de Rotary una donación de 20 000 pruebas rápidas. En Calderón, al día se hacen al menos 100 pruebas de estas.
El primer paso fue validar los test. Después se decidió utilizarlos con las brigadas que se han conformado en el norte y en el sur de la ciudad. Hasta el momento se han utilizado cerca de 5 000 test.
El académico aclara que las pruebas rápidas no son diagnósticas, pero que sí pueden dar una referencia sobre si una persona tiene o no el virus.
Por eso, ante un caso en el que se encuentran reactivos en el test, el protocolo es remitir al paciente a los centros de salud, para una prueba PCR.
En el lugar se indaga la situación en la que vive el paciente, el número de personas con las que vive, si comparte el baño o hay menores de cinco años.
Narváez comenta que se ha puesto énfasis en esta estrategia para concienciar a los habitantes de Calderón, ya que se nota un excesivo relajamiento. “Vienen la Navidad y fin de año y se prevé que la gente se relaje aún más”, advierte.
Ximena Abarca, secretaria de Salud del Municipio, señala que actualmente también se pone énfasis en los cuidados que deben tomarse en casa.
Hasta el momento, el Cabildo ha realizado un poco más de 92 000 pruebas.
El índice de positividad de esos test es del 20%. La funcionaria menciona que del total de positivos, 45% es por contagios que ocurren en el interior de los hogares. “El mensaje ahora es que dentro de las casas hay que mantener las mismas medidas de bioseguridad, como el distanciamiento, lavado de manos y el uso de mascarillas”, dice.
A nueve meses del inicio de la emergencia sanitaria, la Secretaria de Salud asegura que no hay mayor variación en las parroquias en donde se han reportado más casos.
Sin embargo, dos datos nuevos son que la parroquia urbana con el mayor porcentaje de positividad es Chilibulo, en el sur (67%), y en el área rural es Guayllabamba (63%).
El Municipio informó que continuará con su estrategia de toma de pruebas covid-19 en los 10 puntos de triaje y con las 36 brigadas móviles de salud.
Para esto cuenta con un convenio con la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), para el procesamiento de 14 000 test. Además, la semana pasada recibió una donación de 10 000 pruebas de una farmacéutica coreana. Estas también serán procesadas por la PUCE.
Hasta el próximo jueves, Salud del Cabildo prevé adjudicar el contrato para la realización de 76 500 pruebas con sus diagnósticos. En eso se invertirán USD 1,9 millones.
Según Abarca, es necesario continuar con la toma de pruebas debido a que el plan de vacunas aún es limitado.