En Pomasqui se amasa pan y sueños

Redacción Sociedad
 
En 15 años de existencia, la Fundación para la integración del niño especial asiste a 50 jóvenes, 15 de ellos ya están insertados en empresas como Cyrano y Maxipan.

En dicha organización reciben clases para ubicarse temporal y espacialmente, hacen actividades  productivas, destrezas sociales (comportamiento, para que no babeen, etc.), aprenden arte, supervivencia (les enseñan cómo prepararse un sánduche, discriminar entre  una fruta madura de una podrida, usar cuchillos, marcar un teléfono, etc.).
 
Una panadería, ubicada en Pomasqui, está entre las opciones laborales para un grupo de jóvenes con deficiencias intelectuales. Liliana  Díaz, de 35 años, es una de las beneficiadas.
 
 Lea mañana una historia sobre esta iniciativa social en la sección Sociedad de la edición impresa de El Comercio

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