En la calle Guayaquil se puede observar grafitis en las paredes luego de la marcha de este jueves 17 de marzo del 2016. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
La marcha fue pacífica, no hubo desmanes y enfrentamientos con piedras y palos entre los manifestantes y la Policía Nacional, como en otras ocasiones. La única marca que dejó la acción de protesta fueron los graffitis pintados por los manifestantes en pisos y paredes en el Centro Histórico.
“Votamos para luchar” y “Mujeres por el cambio” son algunas de las leyendas que se leen a lo largo de la calle Guayaquil. Uno de los graffitis más grandes se escribió en la intersección con la calle Espejo, con aerosol rojo; la inscripción resalta en toda la esquina en medio del casco colonial.
Frente a la parada del Trolebús de la Plaza del Teatro, por otro lado, hay una inscripción en la calzada. La letra es difícil de leer, es una tipografía propia del arte urbano y fue realizada por una de estas tribus organizadas y que participaron en las manifestaciones.
La noche de este jueves, las vecinas del sector barrían las calzadas y retiraban los restos de pancartas y carteles que los manifestantes llevaron para la movilización, durante su trayecto desde la avenida 10 de Agosto hasta la Plaza de Santo Domingo.