Ubicado en una pequeña oficina en el edificio La Unión, en las calles Chile y Benalcázar (Centro de Quito), el asesor político y amigo del Presidente, Francisco Latorre, se mantiene alejado físicamente de Rafael Correa. Pero su lealtad, con el Mandatario y su proyecto político son férreas.
Latorre ha sido, desde la infancia, una de las personas más cercanas al Primer Mandatario y a su familia. Pero esta relación cobró mayor fuerza a partir de los hechos del 30-S, cuando él defendió al Presidente de la turba de los policías sublevados. Inclusive, Latorre trató de ser un vínculo de comunicación en la desgastada relación de Fabricio y Rafael.
Latorre ha sido un constante colaborador de Rafael Correa, a quien considera más que amigo, “un hermano”. Fotos de la campaña del 2006 adornan su estrecha oficina, lo cual demuestra que su presencia ha sido constante.
En enero del 2007, Latorre se desempeñó como gerente de la Regional Sur de Petroecuador. En octubre del 2008, llegó a ser abogado de la Defensoría del Pueblo del Guayas. Y desde enero del 2010 se desempeña como asesor presidencial en temas políticos, jurídicos y sociales.
Los tres diferentes cargos públicos, durante cuatro años, demuestran una gran confianza por parte de Correa hacia Latorre. A pesar de que niegue ser su hombre de confianza y opina que “no existe una mano derecha”.
Su actividad laboral actualmente consiste en acudir a todo llamado que venga del Presidente. Su presencia es casi obligatoria en las actividades que se realizan en la provincia del Guayas o Guayaquil, su ciudad natal.
De lunes a jueves trabaja en Quito y los viernes en Guayaquil, para atender actividades administrativas de la Presidencia. “Los fines de semana ya le dedico a mi familia”, afirmó. No obstante, el vínculo Latorre-Correa se mantiene los fines de semana.
Mario Latorre, hermano de Francisco, y amigo cercano de Fernando Alvarado, es también asesor presidencial. Su labor consiste en recibir a las agrupaciones que acuden a Palacio a pedir audiencia con Correa. Mario es también quien acompaña a Rafael durante las cadenas sabatinas.
Mientras los dos hermanos Latorre mantienen una relación estable en la Presidencia, los hermanos Correa no han retomado su diálogo, después de la polémica por los contratos de Fabricio con el Gobierno.
Ante esta posición, Francisco asevera que “habría tomado la misma actitud, si mi hermano habría hecho lo mismo”. Es decir, apoya la decisión y posición del presidente Correa.
Pero a pesar de su opinión crítica, dice considerar a Fabricio como su “ hermano mayor”. Sentimiento que comparte Fabricio Correa, pese al distanciamiento con el Presidente.
Latorre afirma que seguirá defendiendo a su amigo y a la “majestad de un Mandatario ”. Esa fue la razón que lo hizo reaccionar ante las críticas de un estudiante de medicina en el Hospital Abel Gilbert, el pasado 29 de agosto. Sin embargo, niega que lo agredió, “a pesar de la falta de respeto que le hizo al Presidente”.
La relación entre Latorre y Correa ha permanecido intacta, a pesar de que el Primer Mandatario se molestó cuando Francisco no contestó una llamada de agradecimiento que le hizo tres días más tarde de los hechos del 30-S.