Las fuerzas de seguridad recuperaron al anochecer de este 8 de enero de 2023 el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema de Brasil. Los edificios fueron invadidos y vandalizados por cientos de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro.
Agentes antidisturbios cargaron contra los manifestantes golpistas con gases lacrimógenos. La Policía estableció, además, un perímetro alrededor de la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran los edificios que albergan los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Según informaciones preliminares, citadas por medios locales, hasta el momento hay 150 detenidos.
Miles de partidarios de extrema derecha, simpatizantes de Bolsonaro, provocaron el caos en la capital brasileña y exigían la salida del presidente Lula da Silva.
Lula, quien se encontraba de viaje en el interior de Sao Paulo, decretó la intervención federal en el área de seguridad del Distrito Federal de Brasilia.
La medida, que estará vigente hasta el próximo 31 de enero, implica que las fuerzas de seguridad de Brasilia estarán bajo control directo del Gobierno federal.
El dirigente progresista también prometió en un pronunciamiento encontrar y castigar a los “vándalos fascistas” que “destrozaron todo lo que encontraron a su paso” en Brasilia e identificar a los posibles “financiadores” de esos actos antidemocráticos.
El episodio vivido hoy en Brasilia recordó a la invasión del Capitolio de Estados Unidos ocurrida el 6 de enero de 2021 por parte de simpatizantes del expresidente Donald Trump, quien guarda una relación de amistad con Bolsonaro.
El exmandatario brasileño se encuentra actualmente en Estados Unidos, adonde viajó dos días antes de la investidura de Lula sin billete de vuelta.
Por el momento, no se ha pronunciado sobre los graves incidentes ocurridos este domingo en Brasilia.
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