El Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua sentenció a ocho años y cuatro meses de prisión a Mayra Alexandra T. P., madre; y a David Antonio R. T., padrastro, por ser autores del delito de homicidio preterintencional de su hijo de 4 años, según informó la Fiscalía el 6 de junio de 2022.
El Ministerio Público explicó que los hechos se remontan al 4 y 5 de junio del 2021 en el sector de La Magdalena, del cantón Ambato. Entre estos días el padrastro golpeó al infante, lanzándolo al suelo, porque no quería comer.
Al día siguiente, la madre salió de su casa al trabajo y dejó a su hijo en compañía de su pareja, que se encontraba en estado etílico. Cuando ella regresó, dice Fiscalía, encontró al menor muerto, por lo que llamó al ECU 911 para el levantamiento del cadáver.
En sus primeras versiones, tanto la madre como el padrastro indicaron que su hijo se encontraba enfermo, dando a entender que esa podría ser la causa de la muerte. Sin embargo, las investigaciones demostraron que el niño tuvo una muerte violenta, pues se determinó un “traumatismo abdominal cerrado por objeto contundente”. Es decir que se presume que el niño recibió golpes de puño y puntapiés en su abdomen mientras estaba en el suelo.
No era la primera vez que el menor era maltratado. Testimonios de terceros señalan que el infante de cuatro años recibía maltratos constantes “como encierros, falta de alimentación, suministración de medicina desproporcionada, lesiones, entre otros”. Las autoridades acotaron que ante las agresiones, la madre no hacía nada.
De hecho, días previos a la muerte de su hijo, testigos la vieron jalonearlo bruscamente.
Durante la audiencia de juicio se expusieron ante el Tribunal los testimonios que aseveraban que el niño era maltratado, así como la autopsia que indicaba una muerte violenta, entre otros elementos.
Con base en estos indicios, madre y padrastro fueron condenados a ocho años y cuatro meses de prisión por el delito de homicidio preterintencional. Es decir que buscaban lastimar a la víctima, pero causarle la muerte.