Del Corresponsal en Bogotá
El proyecto del metro de Bogotá se abre paso en medio de un torbellino de cuestionamientos y críticas sobre su conveniencia para la ciudad. Técnicos y ex alcaldes cuestionan su construcción.
Ricardo Montezuma, director de la fundación Ciudad Humana, especializada en temas de movilidad, considera que es un error el proyecto en los términos planteados. Su argumento: con la inversión (USD 2 000 millones) se debe canalizar un sistema masivo que cubra mayor cantidad de sectores de la ciudad. Se refiere al Transmilenio, que ahora tiene cuatro rutas cubriendo una parte significativa de la urbe. Según el Observatorio de Movilidad de Bogotá, en los 1 817 buses del Transmilenio se realizan 1,3 millones de viajes diariamente.
Por ello, el ex Alcalde Enrique Peñalosa sostiene que los recursos que se emplearán en el metro deberían solucionar las dificultades del Transmilenio. Añade que la inversión en el metro impedirá el crecimiento del sistema masivo.
Con la actual infraestructura, el Transmilenio moverá cinco veces más el número de pasajeros que la primera línea del metro cuando entre en operación. A la luz de esas cifras Antanas Mockus, ex alcalde, señala que lo más conveniente para la movilidad es terminar todas las troncales de Transmilenio y, posteriormente, pensar en un metro. “Me parece estúpido que algunos digan que Bogotá debe tener metro porque otras ciudades lo tienen”.