Wolf Grabendorff, politólogo alemán. Foto: cortesía
El flamante presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha marcado una ruptura clara con las medidas migratorias de su antecesor Donald Trump. Pero frente a China hay un continuismo, por lo que América del Sur seguirá siendo una zona en disputa. El politólogo alemán Wolf Grabendorff explica el porqué.
En el 2018 usted advirtió que con Donald Trump América Latina se convertiría en una zona en disputa para Estados Unidos y China. Con Joe Biden, ¿cambiará esta situación?
Vamos a ver una intensa competencia entre los intereses de Estados Unidos y China en los próximos meses; en especial, en América del Sur. Frente a China, Biden marca un continuismo de Trump. Es tan anti-China y preocupado con el posible rol de ese país en el mundo como su antecesor. Puede ser que su forma de actuar sea distinta, pero es una cuestión más de forma.
¿Qué lleva a los demócratas a esa competencia por la región por primera vez?
Hay una preocupación muy enraizada en Estados Unidos,
en general -incluso antes de Trump- de que el país esté perdiendo su papel protagónico en el mundo. El 6 de enero pasado vimos a una sociedad dividida, con problemas para manejar su propia gobernabilidad, y eso tiene efectos inmediatos sobre su liderazgo. No es que mañana China va a ser más importante que Estados Unidos, pero sí ha aumentado su importancia económica y política. Eso incide en la preocupación en Washington.
¿En qué se verá reflejada esa competencia?
Obviamente en temas de migración, Biden es muy distinto de Trump, más positivo. Aparte de eso, el interés se enfocará en una nueva mirada a la cercanía de América Latina y eso implica México, América Central y Cuba. En América del Sur vamos a tener menos interés directo. Para Biden, la región sigue siendo el patio trasero, pero habrá una continuidad en las políticas para frenar un avance de China, no solo en lo comercial sino en lo tecnológico; y en la voluntad de empujar a empresas estadounidenses para hacer más inversión en la región y competir con firmas chinas. Las diferencias que vemos tan claramente entre Estados Unidos y China se van a ver más en los discursos que en la práctica. El equipo de Biden es pragmático; en los campos ambiental o nuclear sabe que necesita cierta cooperación con China. La confrontación será fuerte cuando los intereses de Estados Unidos se vean directamente afectados por la posición de China en la región. Esto también va a depender de cada país. Por ejemplo, Ecuador, aunque la suma de deuda china no es tan importante respecto de otros países, sí es la más grande en el mundo en términos per cápita.
¿Es posible, entonces, que se mantengan políticas como la alcanzada con Ecuador este mes, para acceder a dinero para recomprar deuda china cara y monetizar activos?
Sí. El problema es que no veo que Estados Unidos vaya a tener el suficiente financiamiento para reemplazar todo lo que ha hecho China en la región.
¿Cuál será la posición de Biden sobre Venezuela?
Hasta ahora es muy claro que el tema Venezuela no es muy importante para Biden y que los chinos no van a ser un gran obstáculo para un camino hacia la solución multilateral que va a buscar Biden. Entonces, hay una situación en la que la cooperación y la rivalidad pueden darse al mismo tiempo entre estos dos grandes poderes. Esto hará difícil la tarea de la diplomacia para los países. Es muy importante no ser identificado solo con uno. Ecuador debe tratar de manejar los intereses nacionales -políticos o financieros- de forma que pueda tener buenas relaciones con los dos. A la larga, pensar solo en Estados Unidos sería un gran error geopolítico. Es importante mirar mucho más al Asia, que es 60% del mundo; Estados Unidos solo es el 4%.
En lo comercial, ¿se podría concretar un acuerdo con Estados Unidos?
En general, los demócratas están contra el libre comercio. Biden ya anunció que no busca estos acuerdos. Veo poca posibilidad de que Ecuador tenga éxito en esa meta. El lema de Biden es “compra a América”, es su forma de decir que quiere dinamizar el mercado interno para mejorar la situación del país. Más fácil es vender a China, que también está viendo su mercado interno, pero no de forma tan dramática como Estados Unidos.
¿Qué esperar en inversiones y financiamiento de China en la región?
Seguirá invirtiendo más que Estados Unidos y la Unión Europea, pero no tanto como en los últimos 10 años. Esto tiene que ver con la crisis mundial. China necesita más recursos para mejorar su mercado interno y, por eso, las inversiones serán más específicas: para garantizar el acceso a minerales, alimentos. Las inversiones y financiamiento en otros países estarán orientadas a las necesidades de importación de la propia China; es decir, al desarrollo de logística de transporte. Hay una gran inversión en puertos. Y los países que quieran ser privilegiados con esto no pueden seguir en relaciones con Taiwán.
Formación. Politólogo alemán, consultor internacional en temas de relaciones internacionales y de seguridad en América Latina.
Experiencia. Laboró para el Instituto Alemán para Política Internacional y Seguridad. Fundó y fue director del Instituto de Relaciones Europeo-Latinoamericanas. Fue representante en Colombia y Ecuador de la Friedrich-Ebert-Stiftung, y fue profesor invitado en la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador.