Contraloría advierte irregularidades en contratos de la CNEL

En las inversiones realizadas para la instalación y mantenimiento de medidores, el contratista inició las obras con un personal diferente al propuesto en su oferta. Foto referencial: Flickr CNEL.

La Contraloría advierte irregularidades en los procesos de contratación de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).

Los incumplimientos contractuales y la ausencia de estudios afectaron al desarrollo de los proyectos, señala este 1 de marzo de 2023 el órgano de control en un comunicado.

La Contraloría analizó 20 informes de auditorías a las operaciones efectuadas entre 2016 y 2022 por la CNEL. Identificó que las contrataciones se caracterizaron por el “incumplimiento de las obligaciones contractuales por parte de los proveedores”.

Esta irregularidad fue recurrente en obras eléctricas contempladas en el Plan de reconstrucción integral de las zonas afectadas por el terremoto de 2016 (Priza). También, en el Programa de Electrificación Rural y los proyectos de mejoramiento del alumbrado público.

Otras irregularidades hubo en las operaciones de distribución y comercialización de energía eléctrica, entre otras.

Durante los exámenes, la Contraloría identificó, por ejemplo, que materiales y equipos -adquiridos por la CNEL- no fueron instalados o no guardaron relación con lo ofertado por los contratistas.

El rol de algunos proveedores

Mientras tanto, los proveedores no entregaron las garantías de equipos para exigir reparaciones o su restitución por averías. Las contratistas no se ajustaron a las directrices contractuales. Eso provocó que no se superaran eventualidades, como las originadas por el terremoto de 2016 y que no se mejoraran las condiciones de vida de las personas.

Este problema se observó en las obras en Portoviejo y Bahía de Caráquez, que formaron parte del proyecto Priza.

Por ejemplo, los trabajos de soterramiento de cables en Portoviejo se efectuaron con perforaciones horizontales. Pero esa técnica de la constructora resultó ineficaz. “No se ciñó a lo dispuesto en los estudios y debió recurrirse a la excavación a cielo abierto”, precisa la entidad.

Además, la constructora contravino al colocar un tipo de tubería utilizada para redes de agua potable.

Por estos trabajos, la CNEL pagó USD 1 559 678. Sin embargo, no garantizaron su durabilidad, el correcto funcionamiento de los ductos y originaron roturas, grietas, daños en los bordillos, cunetas y carpeta asfáltica.

Mantenimiento de medidores

En las inversiones de instalación y mantenimiento de medidores para la reducción de pérdidas en el sistema Quevedo, el contratista usó un personal diferente a su oferta. No aseguró el cumplimiento de los perfiles técnicos y la calidad de las obras.

Los fiscalizadores externos contratados para supervisar las obras no verificaron que se ejecutaran los planos, diseños, tablas de cantidades y especificaciones técnicas. Tampoco garantizaron los cronogramas de las obras.

Igualmente no verificaron que las suspensiones y retrasos estuvieran justificados, y la participación de los profesionales en las tareas de control.

La recurrencia de esta irregularidad provocó que no se cumplieran los objetivos de inversiones bajo el régimen de emergencia. Hubo pagos que superaron injustificadamente los presupuestos referenciales.

Se hicieron desembolsos por trabajos que no estaban en los contratos. Se encontraron deficiencias constructivas, multas no impuestas, suministros eléctricos y equipos que no fueron utilizados.

Los proyectos carecían de estudios

Otra irregularidad recurrente fue la falta de estudios completos, definitivos y aprobados.

Los análisis debieron justificar los costos, la dimensión de las obras, así como la factibilidad operativa, técnica y económica de los proyectos.

Los estudios de mercado carecieron de sustentos e información. Eso pasó con las proformas, características de los bienes, monto de adjudicaciones anteriores similares, variación de precios, alternativas, entre otros.

Por eso, la empresa pública no obtuvo condiciones técnicas y económicas beneficiosas. Se dificultó el control de los presupuestos y sus incrementos. También se identificaron diferencias entre los precios del mercado y los valores facturados por los contratistas.

En el caso del plan Ilumina tu barrio, los gerentes generales de la CNEL no solicitaron los análisis de la entonces Agencia de Regulación y Control de Electricidad (Arconel). Esta determinaba el costo del servicio de alumbrado público, antes de asignar los recursos.

Así que no se controló la ejecución del proyecto y la utilización de los desembolsos.

En las iniciativas de expansión del alumbrado público, los equipos de control advirtieron que los precios unitarios se incrementaron hasta en un 62%. Esto sucedió porque no se actualizaron los estudios de mercado antes de contratar.

En el proyecto para mejorar la calidad del alumbrado público no se elaboraron estudios lumínicos y planos. No se justificaron la contratación y sustentación de la la cantidad de luminarias a reemplazar en cada sistema eléctrico, precisa la Contraloría.


Visita nuestros portales:

Sigue a EL COMERCIO en Google News CLIC AQUÍGoogle News