La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) señaló que la erosión regresiva del río Coca pone en riesgo, además de las obras de captación de agua de la central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la casa de máquinas que aloja las unidades de generación eléctrica.
Así lo recordó esta semana, Gonzalo Uquillas, gerente de Celec, en una reunión de planificación con el Servicio Geológico y con el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos, que visitarán la zona del 25 al 30 de julio próximo.
El fenómeno natural, que se inició en febrero del 2020, se ha llevado una gran cantidad de sedimentos erosionados y escombros que podría provocar una inundación en la casa de máquinas, ubicada a unos 26 kilómetros de las obras de captación, en el sector de San Luis, El Choco, Napo, epicentro de la erosión.
Hasta el momento, el fenómeno ha provocado la reducción de la capacidad hidráulica del río en la zona de la descarga de las aguas turbinadas de la central.
Es decir, al depositarse estos sedimentos en el tramo del río alrededor de la descarga se reducen la sección del río y aumenta los niveles de agua en la zona. El incremento sería de al menos un metro del lecho del río, señaló la Celec.
La Comisión Ejecutora Río Coca realiza un estudio para la evaluación de la magnitud de la sedimentación y para la definición de los trabajos a ejecutarse en la zona. “Se tiene previsto realizar el dragado en el área de descarga e implementar estructuras hidráulicas que permitan direccionar el flujo y controlar la sedimentación localizada“, agregó la Celec.
Un estudio de pregrado de la Facultad de Geología de la Universidad Central del Ecuador señala que en estos 16 meses de erosión el agua ha arrastrado más de 150 millones metros cúbicos de sedimentos, que llenarían hasta unos 10 millones de volquetas de 15 metros cúbicos de capacidad. Además, no afecta solo a la Central más grande y costosa del país, sino a cientos de familias ubicados en las riberas del río Coca aguas abajo.