El avance de la erosión regresiva lateral del río Coca es evidente y amenaza las tuberías del Sistema de Oleoductos TransEcuatoriano (SOTE), del Poliducto Shushufindi – Quito y OCP, en el sector río Piedra Fina 2 (zona de San Luis), entre Napo y Sucumbíos. Ante el riesgo, se construyen tres ‘by pass’ temporales para garantizar el transporte de crudo y combustible en el país.
Petroecuador construye dos by pass de 422 metros cada una, para el SOTE y para el Poliducto, que entrarán en funcionamiento el próximo 7 de junio.
Sí la erosión llegara a las tuberías antes de esa fecha, el transporte de crudo tendría que parar, dijo Alfonso Jiménez, técnico especialista de integridad del SOTE.
La séptima variante del SOTE costará USD 4 millones y la quinta del Poliducto USD 1 millón. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El funcionario señaló que están trabajando para garantizar que el transporte de crudo no se interrumpa.
Además, de la solución temporal se construye la séptima variante, que esperan sea una solución permanente. La nueva variante tendrá una extensión de 2,4 kilómetros y entrará en funcionamiento el 10 de agosto próximo.
El trazado de la séptima variante para SOTE se aleja de la erosión subiéndose a la pendiente. El OCP también está construyendo un by pass temporal y una variante definitiva en la zona.
En la obra trabajan 135 personas de Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Desde el 7 de abril del 2020, cuando la erosión afectó, por primera vez, a las tuberías se han construido seis variantes y un by pass para el SOTE y cuatro variantes para el Poliducto, con un costo de USD 18,5 millones.
La séptima variante del SOTE costará USD 4 millones y la quinta del Poliducto USD 1 millón. En la obra trabajan 135 personas de Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.