El MTOP abrió una segunda variante provisional a la altura el kilómetro 64, para habilitar el tránsito. Foto: Cortesía
La erosión regresiva del río Coca, en la provincia de Napo, ha tomado un rumbo diferente. En lugar de que este fenómeno avance aguas arriba -en dirección a las obras de captación de la Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair– este se ha dirigido hacia la vía E45, hacia la margen izquierda del afluente.
Esto ha provocado que el material que se encuentra en el borde de este río se desmorone de manera progresiva y forme un socavón.
Ricardo Buitrón, ingeniero hidráulico que monitorea este fenómeno, explicó que el cambio en el rumbo de la erosión se produce porque el río se mueve en función del material que encuentra en el lecho. Es decir, si halla una superficie con una firmeza mayor y otra que se desmorona con más facilidad, se irá por la segunda.
Este fenómeno causó que la semana anterior se perdiera de manera total un tramo de la calzada a la altura del kilómetro 64 de la carretera E45, que conecta Pichincha con Sucumbíos y Orellana.
Este colapso comprometió una parte de la variante que construyó en el 2020 el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
Por esta razón, esa entidad habilitó la semana anterior una segunda variante provisional en este sector, que está cerca del barrio San Luis. Por esta vía de emergencia solo pueden circular vehículos livianos, desde las 06:00 hasta las 18:00. Para el transporte pesado, en cambio, está habilitada la ruta alterna La Y de Baeza-Narupa-Loreto-Coca-Lago Agrio, informó el MTOP.
Según un técnico que trabaja en esta zona y que solicitó mantener en reserva su nombre, se identificó la presencia de fisuras en la calzada a altura del kilómetro 64,5 de vía E45. Esto, de acuerdo con su experiencia, devela que el terreno es pantanoso y que existe la probabilidad de que la vía ceda nuevamente.
En el 2020 esta carretera cedió ya en el sector de Piedra Fina y a la altura del río Montana.
Actualmente, la vía habilitada para el tránsito se encuentra a unos 30 metros de distancia del borde del socavón. Además, cerca de este punto hay una vivienda y las tuberías del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote) y del Oleoducto de Crudos
Pesados (OCP) Ecuador, por las que se transporta el petróleo ecuatoriano.
Estas infraestructuras (oleoductos) se encuentran a una distancia aproximada de entre 87 metros y 127 metros.
La empresa pública Petroecuador y OCP Ecuador informaron que están monitoreando la zona para evaluar qué medidas se tomarán. Ambas firmas han construido ya variantes en la zona para mitigar los efectos de la erosión.
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), que monitorea este fenómeno, en su reporte del 30 de abril pasado mencionó que por las evidencias identificadas en la zona (grietas y escalones más abiertos) se estima que se puede presentar otro deslizamiento que afecte la variante de la vía, porque el talud es inestable.
“La zona más inestable de este talud está muy cerca del cauce del río Piedra Fina 2, y del tramo de la vía Quito-Lago Agrio, antes del puente sobre este río”, precisó la entidad.
Gildo Velazco, concejal de El Chaco, expresó que se han hecho las gestiones para que el Gobierno declare en emergencia toda la zona y no por partes. Pero no han tenido respuestas.
Esta medida, según Velazco, permitiría atender de manera integral este problema. “Se han tomado medidas parche, pero no se ha solucionado el problema. Los oleoductos están ya en la base del cerro”.
Además, el socavón destruyó hace un mes los tanques de agua que abastecían a San Luis. Ante eso, el Municipio hizo una nueva variante.
En relación con el frente de la erosión, este se localiza a 10,5 km de las obras de captación de Coca-Codo Sinclair. La entidad aseguró que está en ese punto desde hace 234 días.