Una esquela con los augurios del Papa y dinero: es el contenido de los sobres que el Vaticano distribuyó ayer (18 de abril de 2014), mientras Francisco presidía el Via Crucis, entre mendigos en tres barrios de Roma: Ostiense, Santa Maria Maggiore y la zona de la estación de trenes Termini.
En los sobres los mendigos, que se estaban preparando a pasar la noche por la calle entre cartones y diarios, recibieron hasta 50 euros (USD 69) cada uno. La entrega del dinero estuvo a cargo del Limosnero pontificio monseñor Konrad Krajewski.
Según informó por otra parte Radio Vaticana, la misma donación fue entregada también a 30 mujeres que transcurren estos días de Pascuas en un alojamiento administrado por las ‘Misionarias de la Caridad’, las monjas de Madre Teresa de Calcuta.
Concluida la operación de la entrega del dinero, las arcas de la Elemoseria de la Santa Sede quedaron prácticamente vacías, según se informó El Papa -contó monseñor Krajewski- lo había invitado tiempo atrás a ir en búsqueda de los mendigos de los barrios romanos, de acercarse en otras palabras a los más marginados de la sociedad, y de no estar en cambio sentado detrás de los escritorios, intentando incluso venderlos para superar así la tentación de quedarse encerrados en una oficina.
Monseñor Krajewski, quien en los últimos 14 años tuvo a su cargo la organización del Vía Crucis en el Coliseo, explicó por otra parte que para él el de ayer fue “un Vía Crucis con los vagabundos”.
El papa Francisco preside hoy (19 de abril) en la basílica de San Pedro la solemne celebración de la Vigilia Pascual durante el cual bautizará a a diez personas procedentes de Italia, Bielorusia, Senegal, Libano, Francia y Vietnam. Miles de fieles se congregaron para la celebración en el Vaticano.
La Vigilia Pascual, que conmemora la resurrección de Jesús, es uno de los ritos más antiguos de la liturgia y la de mayor carga simbólica durante la Semana Santa. Mañana (20 de abril de 2014) el Pontífice celebrará la misa de Pascua y pronunciará la bendición ‘Urbi et Orbi’ (“a la ciudad y al mundo”) desde el balcón de la Basílica de San Pedro.