La nueva “casa” holandesa del ex general y presunto criminal de guerra serbio Ratko Mladic, en la cual en pocas horas estará alojado, es lo más parecido, desde fuera, al tenebroso castillo de Xanadú, la lúgubre residencia del multimillonario Charles Foster Kane en la ficción cinematográfica de la película de Orson Wells (1941).
Una enorme puerta de ladrillo descubierto, flanqueada por dos extrañas almenas, al más puro estilo medieval, y rodeada de un grueso muro: nadie diría que la cárcel del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) se encuentra a pocos metros del exclusivo balneario holandés de Scheveningen, a unos 5 kilómetros del centro de La Haya, donde se puede disfrutar de uno de los arenques más sabrosos del país.
Pero para Mladic, al igual que para los cerca de 50 ocupantes de Scheveningen, no habrá ni paseos a orillas del plateado y ventoso mar del Norte ni degustación de platos típicos holandeses. Su vida, contrariamente a la que ha tenido en estos últimos 16 años en los que ha sido prófugo de la justicia internacional, no tendrá nada de sibarita.
En ese lugar se alojan temporalmente algunos de los criminales de la guerra de los Balcanes (1992-1995) desde la creación en 1993, por resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del alto tribunal que juzga los crímenes cometidos durante ese enfrentamiento étnico en la ex Yugoslavia.
Después de que la justicia serbia rechazara hoy la apelación de sus abogados, el camino ha quedado libre para la extradición a La Haya del que fuera apodado “el carnicero de los Balcanes”, por su responsabilidad -como brazo ejecutor- en la matanza de cerca de 8.000 varones bosniomusulmanes del ex enclave de Srebrenica, Este de Bosnia, en 1995.
Esa matanza, el genocidio más atroz en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, se cometió en nombre de las políticas de “limpieza étnica” de la “Gran Serbia” que soñaba el ex presidente Slobodan Milosevic, fallecido en su celda del TPIY en 2006 antes de que concluyera su juicio por crímenes contra la Humanidad y genocidio.
A pesar de que sus abogados afirman que sufrió una apoplejía, que tiene dificultades para mover una mano, y no puede hablar claramente, un tribunal médico de Belgrado dictamimó la semana pasada que Mladic es perfectamente “extraditable” y, sobre todo, que puede afrontar un juicio sin mayores inconvenientes, a pesar de sus 69 años. Recibirá el mismo tratamiento que Milosevic e iguales medidas que el ex líder político de los serbobosnios Radovan Karadzic.
El primer “huésped” que habitó sus celdas fue el serbobosnio Dusko Tadic (1955), un ex karateka reconvertido en matón sanguinario, que también se ganó el apodo de “carnicero” por los crímenes cometidos en el campamento de concentración serbio de Omarska en Bosnia, en aquellos años lúgubres de la última guerra de los Balcanes.
Condenado a 20 años de cárcel, cumple su condena actualmente en Alemania. Eso mismo ocurre con otros presuntos criminales de guerra en Scheveningen: pasan un período de tiempo allí, hasta que son condenados. Su celda (privada) consiste en unos 5 metros cuadrados, una mesa, una silla, una televisión (con TV por satélite), un camastro, un retrete y ducha, servicio médico en caso de urgencias, y poco más.
En la cárcel hay una zona de ocio de acceso restringido en la cual se puede jugar, por ejemplo, a los dardos, o a juegos de mesa, como el ajedrez. Si tiene ganas de leer, podría acudir a la biblioteca de prisión. Todo depende del grado de seguridad que se le atribuya. Por ello, estará siempre vigilado y el TPIY se cuidará especialmente de que no se mezcle con otros detenidos de la guerra de Bosnia.
Una vez que llegue al TPIY, deberá pasar por una “comparecencia preliminar”, en la cual se le leerá el acta de acusación, cuidadosamente elaborada por el TPIY en 1995, cuando se emitió, al igual que con Milosevic y Karadzic, una orden internacional de captura en su contra. En sus líneas fundamentales se le preguntará si se declara culpable o inocente de los cargos y ahí comenzará todo. Según los expertos, el juicio podría dilatarse “años”, si Mladic lo resiste.