Este sábado 1 de junio de 2025, a partir de las 8:00, México vivirá una jornada electoral sin precedentes a nivel mundial. Por primera vez, más de 100 millones de ciudadanos están habilitados para elegir mediante voto directo a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.
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La inédita medida forma parte de una reforma constitucional impulsada por el movimiento de la Cuarta Transformación (4T), liderado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y continuado por la actual presidenta Claudia Sheinbaum.
La elección incluye la renovación total de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que pasará de 11 a 9 integrantes, y de otras instancias clave como el Tribunal Electoral y los tribunales locales en 19 estados.
Un cambio sin parangón en el mundo
De acuerdo con la BBC, esta elección es única en su tipo. En ningún otro país del mundo se elige por voto directo a todos los miembros de la judicatura federal. Bolivia tiene un sistema parcialmente similar, y en EE.UU. solo algunos jueces estatales se someten a sufragio popular.
Para el oficialismo, la reforma es una apuesta por democratizar la justicia, permitir el escrutinio social y reducir la impunidad. La presidenta Sheinbaum defendió la medida argumentando que ahora “los jueces responderán al pueblo”. Además, se creará un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial para vigilar el desempeño de los juzgadores.
No obstante, las críticas no cesan. Desde la oposición, así como por parte de académicos y ministros actuales, se advierte que este mecanismo podría debilitar los contrapesos entre poderes y abrir la puerta a la injerencia de grupos políticos y del crimen organizado.
La BBC recogió declaraciones del ministro Javier Laynez, quien calificó el proceso como un “engaño” y alertó sobre el riesgo de cooptación del sistema judicial.
La participación ciudadana también es una incógnita. El Instituto Nacional Electoral (INE) estima una asistencia de entre el 8% y el 15%, y algunos ciudadanos podrían recibir hasta 13 papeletas diferentes.
Analistas consultados por la BBC coinciden en que esta elección marca un punto de inflexión. “Es el inicio de una nueva etapa para México, más politizada, donde el voto adquiere una dimensión inédita”, opinó el politólogo Héctor Alejandro Quintanar.
Aunque el proceso enfrenta cuestionamientos técnicos y éticos, nadie duda de su trascendencia: el futuro del Poder Judicial y su legitimidad está ahora, más que nunca, en manos del electorado.