Imagen referencial.Los casos de ludopatía, así como cualquier otro trastorno, necesitan una evaluación por personal médico calificado y requieren de un programa de tratamiento similar a otra adicción. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El Servicio de Rentas Internas (SRI) arrancó con el cobro del impuesto al valor agregado (IVA) a 178 servicios digitales que se consumen en el país desde el pasado 16 de septiembre del 2020. Para ello, la entidad tributaria generó un catastro detallando las plataformas digitales y los servicios que ofrecen.
Dentro de la lista constan ocho plataformas en cuya descripción indica juegos de apuestas en línea. Aquello generó debate debido a que en el Ecuador los casinos y juegos de azar son prohibidos tras la consulta popular del 7 de mayo del 2011.
Pero, ¿ qué ocurre si son juegos en línea? Napoleón Santamaría, abogado experto en derecho tributario, explica que los juegos de azar y casinos en línea son servicios que se generan, en su mayoría, en el exterior. Indica que un servicio digital es aquel que proviene de un equipo tecnológico con una dirección IP del exterior en favor de un equipo tecnológico con una IP ecuatoriana.
Entonces cuando se adquiere un servicio digital, en este caso el de casinos o apuestas, está comprando un servicio que se produce fuera del territorio ecuatoriano y por esta razón no estaría prohibido. Ahora, si este servicio se ofrece desde una IP ecuatoriana, entonces sí sería prohibido, señala el especialista.
Pablo Villegas Landázuri, abogado experto en temas tributarios, considera que no es un problema que el SRI cobre el impuesto a este tipo de servicios. Aunque no deja de llamar la atención porque es contradictorio que los juegos de azar y casinos están prohibidos en el país, pero aun así existe una oferta digital a la que se le grava el impuesto.
“A mi criterio, el hecho de que algo se encuentre prohibido no significa que no deba cobrarse impuestos por eso”, añadió.
Recordó que una de las razones para la prohibición de los juegos de azar con fines de lucro en Ecuador era evitar que las personas caigan en problemas relacionados a la salud mental “pero no se tomó en cuenta el desarrollo de la economía digital. En la práctica, considero que no sirvió de mucho en ese punto, porque las personas continúan haciéndolo en Internet”.
Villegas indicó que hay algunos problemas en el catastro y servicios que no se han considerado, como las plataformas de pornografía, por ejemplo.
Sanciones por realizar actividades en relación a juegos de azar
En el artículo 236 del Código Integral Penal (COIP) se establece una sanción con pena privativa de libertad de uno a tres años a la persona que administre, ponga en funcionamiento o establezca negocios dedicados a la realización de juegos de azar. Además, determina que la persona que con afán de lucro lleve a cabo las actividades señaladas anteriormente, simulando que las efectúa sin fines de lucro, será sancionada con de tres a cinco años de cárcel.
Daniela Valarezo, intendenta de Pichincha, señala que la Intendencia interviene cuando se trata de eventos públicos, por ejemplo, si hay juegos de bingo, poker u otros que sean de carácter público y por el cual la gente paga una entrada. “La única manera de sanción es suspender el evento”, señala, haciendo referencia a las competencias que tiene la entidad.
Por otro lado, la Policía Nacional es la encargada de realizar operativos y de efectuar el proceso de sanción de acuerdo con lo establecido por el COIP.
¿Es la ludopatía un problema frecuente en Ecuador?
Uno de los objetivos de prohibir los juegos de suerte en el país era evitar problemas de adicción. Fernando Cornejo, director del posgrado de Psiquiatría de la Universidad UTE, señala que no hay datos específicos en el país referente a la ludopatía. Pero su apreciación es que a partir de la prohibición de estas actividades la consulta ha bajado.
Señala que, de acuerdo con datos a escala mundial, el 1,8% de la población podría tener un problema ligado a la ludopatía.
Indica que todas las personas pueden tener un gusto por jugar, pero que hay señales que advierten de una patología. Estas se centran en ansiedad por jugar que crece con el tiempo, falta de control del impulso por el juego, cambios en la actitud y cuando el juego se convierte en una prioridad interfiriendo en la vida familiar y laboral.
Los casos de ludopatía, así como cualquier otro trastorno, necesitan una evaluación por personal médico calificado y requieren de un programa de tratamiento similar a otra adicción. Cuando ya hay un diagnóstico, se debe cortar el acceso a los juegos y realizar un seguimiento para la reinserción de la persona.