El Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que en la morgue de Guayaquil existe “un mayor número de cádaveres” no identificados y no retirados.
Según la entidad, este aumento de cuerpos en el Centro Forense Zonal 5 y 8 se debe al “incremento de la violencia criminal” en Ecuador y daños en los contenedores refrigerados de los cuerpos.
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A través de un comunicado, Medicina Legal aseguró que realizará los procesos legales para inhumar a los cadáveres NN (no identificados), “en respeto a los derechos de las víctimas y la dignidad humana”.
Mientras, el “Servicio Nacional realiza procedimientos técnicos científicos a fin de agotar los métodos de identificación, para posteriormente aplicar el proceso de inhumación”, detalla el documento.
Este anuncio llega tras las quejas de moradores a medios locales que aseguran que desde el centro forense se desprende un fuerte olor desagradable.
Contenedores refrigerados con daños
Medicina legal también se refirió al estado de dos de sus tres contenedores refrigerados para cadáveres.
La entidad manifestó que los refrigeradores presentaron daños cono consecuencia “de las variaciones eléctricas suscitadas a nivel nacional”.
Según la entidad, los costos de los mantenimientos fueron resueltos a través de “la garantía técnica conforme a los contratos vigentes”.
El comunicado señala que desde el 8 de junio, uno de los contenedores refrigerado está en marcha con un “funcionamiento adecuado“.
¿Cómo funciona la inhumación de cadáveres?
Cuando ocurre una muerte, el artículo 461 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece que el primer paso es identificar y realizar el levantamiento del cadáver.
Luego de eso se realiza el reconocimiento exterior, que abarca la orientación, posición, registro de vestimentas y descripción de lesiones.
Finalmente, las autoridades forenses proceden con la autopsia, que detalla el estado del cadáver, el tiempo transcurrido desde el deceso, el probable elemento empleado, la manera y las causas probables de la muerte.
Cuerpos de personas no identificadas
Los cuerpos de las personas no identificadas ni retiradas por sus familiares son clasificadas como N/N.
A estos ciudadanos se les brinda un proceso previo antes de inhumarlos.
Según el Servicio Nacional, el procedimiento “responde a una reglamentación técnica que todo cadáver debe seguir; pero, también, se enfoca en proporcionar un tratamiento digno a los cuerpos”.
Cuando un cuerpo no es retirado o no es identificado, se realizan todos métodos de identificación posibles, como: toma de necrodactilias, exámenes especializados de antropología y odontología forense, y la toma de muestras para identificación genética (ADN)
“Solamente cuando Fiscalía ha informado que se agotaron todas las gestiones posibles para identificar a un cuerpo y que este está apto para inhumar, se procede con ello”, puntualiza el Servicio Nacional.
Una vez realizada la inhumación, la cadena de custodia continúa en los cuerpos.
Los fallecidos reciben un código que va en la lápida, para que, en caso de que Fiscalía requiera realizar una nueva pericia, los restos pueden ser exhumados con seguridad.