El español recibe 238 fundas al año

Roxana Casco,  corresponsal en España

Las fundas plásticas tardan entre 150  y 1 000 años en descomponerse, dependiendo de su grosor. Durante este tiempo sus residuos contaminan. Para producirlas se utiliza petróleo y gas.

Y en España, donde se fabrican 10 500 millones de bolsas al año, desprenden alrededor de 441 000 toneladas de CO2 (dióxido de carbono,  principal de los gases invernadero causantes del recalentamiento planetario).

Los animales, especialmente marinos,  confunden a las bolsas plásticas con comida y mueren al ingerirlas, otros tantos se enredan en ellas y perecen.

Cada usuario español recibe 238 fundas promedio al año, de las que solo se recicla el 10%. El restante se quema, generando dioxinas y cianuro y otra parte va a los botaderos, grandes focos de contaminación. Sus tintas contienen residuos contaminantes.

En la Península,  la gestión de residuos depende de las comunidades autónomas. Pero el Gobierno central establece un marco común que va en sintonía con las normativas europeas.

El Plan Nacional Integrado de Residuos aprobado en diciembre de 2008 prevé la disminución de bolsas comerciales de un solo uso (fundas de plástico) en un 50% a partir de 2010.

Además, hay un calendario de sustitución de plásticos no biodegradables y prohibición progresiva también en 2010.

Para llegar a estos objetivos se realizan acuerdos voluntarios con las empresas para disminuir la producción de residuos de envases no biodegradables y sustituirlos por material reutilizable.

También  se realizan algunas campañas de sensibilización dirigidas a los consumidores, empresas y proveedores de servicios para que conozcan el papel que juegan en la producción de residuos. Y se firman acuerdos con comercios y grandes superficies para promover el uso de envases reutilizables, en especial fundas.

La cadena francesa Carrefour, con 169 hipermercados, 113 supermercados y 80 tiendas,  en España, es pionera en la supresión total de las fundas de plástico para la compra. La retirada de bolsas empezó en agosto y finaliza este noviembre. Quien acuda a abastecerse deberá llevar fundas ya usadas o comprar las biodegradables que allí se expenden a 50 céntimos,  las grandes,  y tres céntimos,  las pequeñas.

Cadenas como Lidl y Día (propiedad de Carrefour) cobran por  las bolsas  plásticas para desincentivar su utilización.

En un país donde se utilizan envases de plástico para un filete de carne, dos panes de chocolates o unos palillos de dientes, la reducción de estos materiales contaminantes es una urgencia.

Aunque la disminución de la producción de envases no es una conciencia  empresarial, reciclar ya es parte de la cultura de un buen sector de la sociedad. Cada vez hay más hogares que separan envases plásticos, desechos orgánicos, papel y vidrio. Su depósito se realiza en contenedores repartidos en cada barrio y se diferencian por etiquetas y colores.

Según Ecologistas en Acción, en España la vida útil de una bolsa de plástico es de 12 minutos, el tiempo en que una persona sale de la tienda y llega a su casa.

“Es un derroche y un gasto superfluo, la bolsa de plástico es el producto estrella de nuestra cultura de ‘usar y tirar”, dice Leticia Baselga, responsable de Residuos de la ONG, al tiempo de cuestionar las medidas ‘tímidas’ del Gobierno en torno a la gestión de desechos. “No hay sanciones ni multas previstas para las empresas que no eliminen las bolsas, es un marco regulador blando”.

Para ella una manera de desincentivar su utilización sería encarecerlas. “Yo pondría a un euro la bolsa, así el usuario no olvidará llevar la que ya tiene en casa o el carrito de la compra”, subraya.

En cuanto a las botellas de plástico, las de mayor reciclaje en España son las llamadas PET (Tereftalato de Polietileno).Y se utilizan en tuberías, ropa, forros polares (textil). Las PET son generalmente los envases de gaseosas. Una de sus formas de presentación es una botella rugosa.

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