Fausto Chiquito lidera la Asociación de pequeños y medianos ganaderos de la parroquia Mulaló, del cantón Latacunga. Este poblado está a 10 kilómetros en línea recta del volcán Cotopaxi.
Esta agrupación concentra a más de 346 socios con 1 500 cabezas de ganado. Su producción lechera supera los 3 500 litros de leche diarios que son comercializados a las empresas pasteurizadoras de Quito y Latacunga.
El dirigente está preocupado porque no cuentan con un plan de contingencia ante una posible erupción del volcán Cotopaxi. El coloso, en la noche del viernes 21 de octubre, presentó un incremento de su actividad.
Esto duró desde las 19:50 de ese día hasta las 00:40 de la madrugada del sábado. También registró la caída de ceniza en los alrededores del cráter.
El volcán se mantiene con niveles bajos de sismicidad y un penacho de vapor que alcanza entre los 200 y 500 metros de altura sobre el cráter, según los técnicos del Instituto Geofísico. A pesar de eso, los ganaderos están temerosos pues no saben qué sucedería con sus animales si cambia el panorama.
“En caso de una emergencia no contamos con establos para llevar a nuestros animales. Estamos desprotegidos. Esperamos que lleguen las autoridades para saber hacia dónde debemos movilizarnos. La vez pasada nos dijeron que debemos ir a Machachi”, asegura Chiquito.
Producción intensiva
Según el Plan de Desarrollo Territorial de Mulaló, actualizado hasta el 2020, al menos 9 000 de los 12 000 habitantes se dedican a la ganadería, la agricultura y otras actividades productivas.
La parroquia dispone de 6 466 cabezas de ganado lechero y 10 asociaciones ubicadas en las comunidades de Chilchil de Robayos, Mulaló Grande y Mulaló Centro. También están Quisinche Alto, Rumipamba de Espinozas, Trompucho, La Dolorosa Barrancas San Agustín de Callo y San Ramón.
La producción lechera supera los 42 696 litros diarios, que llegan a los centros de enfriamiento. Nelson Ávila, presidente de la Junta Parroquial de Mulaló, está consciente del potencial ganadero de la zona que podría ser afectado en caso de que ocurra una erupción volcánica.
En el 2015 se construyeron pequeños establos para ubicar a 10 animales, pero no son suficientes. Por esa razón se trabaja con los técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de Cotopaxi en la actualización del plan de contingencia para conocer el número de cabezas de ganado que existen actualmente en la parroquia cotopaxense.
El estudio se terminará en los próximos días. Este proceso es parte de la alerta amarilla que rige en las zonas de influencia de la montaña. “Ahí determinaremos los posibles sitios para trasladar a los semovientes”, afirmó Ávila.
Un recorrido que realizó este Diario por las zonas de San Agustín de Callo, Chilchil de Robayos, San Ramón, La Dolorosa Barrancos y más, pudo evidenciar que en estos lugares las actividades por ahora se desarrollan con normalidad. Pero la gente sigue los informes diarios del Geofísico.
Malos recuerdos
Segundo Llanos es presidente de la Asociación de pequeños ganaderos Simón Rodríguez de San Agustín de Callo. Está integrada por 93 socios con 700 cabezas de ganado y una producción de 1700 litros de leche diarios.
El dirigente rememora que en 2015 salieron asustados a otros lugares tras el aumento en la actividad del volcán. Los comerciantes se aprovecharon de la gente y compraron los animales en precios bajos.
Por una vaca lechera de 17 litros pagaban USD 200 cuando costaba USD 600. Hoy buscan un lugar seguro para ir, aunque no descartan permanecer en el pueblo.
Visita nuestros portales: