La tierra sigue cediendo en los alrededores de la calle Gonzalo Pizarro, en el cantón minero Zaruma, provincia de El Oro. Un nuevo socavón fue detectado el 1 de julio de 2021 y la mañana de este viernes 2 se reportó que aumentó de tamaño.
El alcalde Jhansy López explicó que el hundimiento en esta área fue reportado por primera vez en el 2017. Ahora, dijo, reapareció como efecto de las actividades de minería ilegal, que persisten pese a las regulaciones. Unas 50 casas se ubican en esta zona de riesgo, donde se puede observar fisuras en la calle y aceras, y grietas en las paredes de las viviendas.
Desde el Municipio se activó el COE cantonal, que convocó a técnicos del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables para que elaboren un informe de lo ocurrido en el sector en 48 horas.
Paúl Soto, técnico del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos, indicó que el socavón tendría una dimensión de 20 metros en la parte superior, 3 metros en la parte inferior y unos 30 metros de profundidad. Por ello calcula que cerca de 5 100 metros cúbicos de tierra han cedido.
Otra de las resoluciones del COE de Zaruma fue solicitar la activación inmediata de la Comisión Especializada de Control Minero (Cecmin) y la reactivación de los subcomités creados para la remediación y fomento productivo.
Desde el mirador de la calle Gonzalo Pizarro se observa el enorme horamen, que se extiende en una zona boscosa aledaña. El estruendo de la tierra desmoronándose mantiene en alerta a los habitantes del sector, quienes también advierten que siguen escuchando detonaciones.
José Ochoa, morador de la Gonzalo Pizarro, asegura que el actual socavón fue remediado, parcialmente. Años atrás fue cubierto con volquetadas de material pétreo, enviadas por empresas mineras legalmente constituidas. Pero la tierra volvió a ceder en esta semana y han detectado la salida de gases. La dimensión del agujero aumentó al doble, según Ochoa.
Óscar Loor, presidente de la Cámara de Minería de Zaruma, recuerda en el 2019 hubo una alerta en el mismo sector. En ese año aportaron con 180 camiones con piedra para rellenar un socavón que se formó junto al actual. Ahora están dispuestos a colaborar en una tarea que podría tomar entre 10 y 15 días.
El gobernador de El Oro, Francisco Vera Domínguez, recorrió ayer la zona y reiteró que este nuevo hundimiento sería producto de actividades de minería ilegal. La Gobernación solicitó la activación de la Mesa Técnica de Recursos Naturales No Renovables para el lunes.
“A través del Gobierno podamos articular investigación, estudios y soluciones que permitan remediar el problema y buscar una solución definitiva a esta situación. Se trata de apoyar, articular soluciones lo antes posible para beneficio de la ciudadanía y minimizar los riesgos que puedan originarse a partir de eventos como este”, dijo Vera.
Además, dispuso que la Policía Nacional refuerce los controles en la zona, junto a técnicos del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos, para evitar la presencia de los sableros o mineros ilegales, nacionales y extranjeros. Los habitantes piden incluso que intervengan las Fuerzas Armadas, como ocurrió años atrás.
No es la primera vez que esta ciudad minera registra emergencias de este tipo. En el 2016 un socavón causó la desaparición de la escuela La Inmaculada Fe y Alegría, ubicada en pleno Centro Histórico. La remediación tomó meses y demandó diversas técnicas de trabajo.
En ese año se amplió la zona de exclusión minera, que abarca el casco urbano y un área a la redonda, donde está prohibida la actividad extractiva. Además se emitió un estudio del subsuelo y se estableció que se requerirían USD 3 millones para empezar la remediación de las viejas galerías que son usadas por los mineros ilegales y que causan la inestabilidad del suelo.