Ecuador vendió sus planes renovables
Del enviado a Barcelona
La Iniciativa Yasuní-ITT para mantener el petróleo bajo tierra en la Amazonia y una apuesta por las energías renovables es lo que Ecuador trajo a Barcelona. Aparte de que respaldó los planteamientos del Grupo 77 y China, con el que está alineado al igual que otros países latinoamericanos.
La delegación oficial ecuatoriana estuvo encabezada por el embajador Federico Meneses, quien junto con Juan Andrés Salvador, asistieron en representación de la Cancillería. Además estuvieron Maco Chui y Carola Borja, del Ministerio del Ambiente.
4 000 expertos
mundiales de la mayoría de países del orbe asistieron a la cumbre climática de 5 días.Se sumó Carlos Larrea, quien llegó para promocionar el proyecto de dejar el crudo bajo tierra en el bloque Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), ubicado en el Parque Nacional Yasuní. Lo hizo mediante conferencias en la Universidad de Cataluña y en el Centro de Convenciones, además de una rueda de prensa.
La propuesta de Ecuador también incluyó la transferencia de la matriz energética; es decir, el reemplazo gradual de los termogeneradores por la generación hidráulica y de energía renovable.
Además, que Galápagos pase a depender el 100% de energía renovable y la eliminación de aranceles en la importación de autos híbridos.
El objetivo ecuatoriano fue presentar sus propuestas en busca de financiamiento público y privado. Por lo pronto, España está considerando condonar una parte de la deuda de Ecuador como posible forma de financiación del proyecto Yasuní-ITT. Pero no fue posible saber sobre la acogida que tuvo el resto de la propuesta, ya que Salvador insistió no tener autorización para dar declaraciones.
Asimismo, el número escaso de delegados impidió que Ecuador tuviera presencia en todas las reuniones, ya que muchas de ellas eran simultáneas.
José Alberto Garibaldi, especialista en temas de negociación sobre proyectos ambientales, resaltó la iniciativa Yasuní-ITT, pero advirtió que aún no existe un mecanismo que permita acogerla como una alternativa de mitigación ambiental.
El riesgo que mira Garibaldi es que países con un mayor potencial petrolero e igual importancia en biodiversidad también exijan iguales compensaciones, por lo que Ecuador tendrá una fuerte competencia. “De allí que será importante que más bien presente toda una propuesta global y no en forma aislada”.