Ecuador pudo vencer al desierto de Atacama

Redacción Deportes

Recorrer 50 km a pie  en  48 horas. Salir de una emboscada. Cruzar un campo minado. Reconocer  bases clandestinas… En el desierto de Atacama, uno de los lugares más inhóspitos del planeta, un grupo élite del Ejército ecuatoriano   cumplió con  estas actividades durante la   Competencia Internacional de Patrullas.  Es la primera vez que el país asiste a este tipo de torneos.

La delegación de Reino Unido obtuvo la medalla de oro y la ecuatoriana la de plata. El concurso se realizó del 6 al 14 de septiembre pasado y fue organizado por el Ejército chileno.
También participaron delegaciones de  Canadá, Estados Unidos, Argentina y Uruguay.

Antes de competir, las agrupaciones reconocieron el desierto de San Pedro de Atacama,  a 100 km  al este de  Calama, ubicado en la región de Antofagasta.

La zona tiene una altitud de 2 438 metros sobre el nivel del mal. La temperatura en el día es de 28 grados centígrados y en la noche baja a -5 grados.
Antes de la competencia  se seleccionaron a 40 participantes. De este grupo se escogieron a ocho militares que pertenecen al Grupo Especial de Comandos de la Brigada Patria.

En las instalaciones del recinto, situadas en la vía Latacunga-Quito, se entrenaron  durante cuatro meses en el desierto de Palmira del cantón Guamote, cerca del nevado Chimborazo y en los alrededores del Parque Nacional Cotopaxi.

“Fueron jornadas intensas, pero que sirvieron para desarrollar un buen papel en el torneo. En la travesía tuvimos que cargar una mochila de 50 libras y 10 litros de agua para hidratarnos”, cuenta el capitán Freddy Silvers, quien comandó la delegación.

El reglamento del concurso se basó en las reglas de la alianza militar de la OTAN.

El equipo de Ecuador también estuvo   integrado por el teniente Cristian Ayala y los cabos José Guano, Segundo Pila, Wilson Pila, Gonzalo Proaño, Edwin Velásquez y  Kléver Chango, todos   buenos atletas.

Ayala es uno los oficiales más reconocidos en la Brigada. Es especialista en tiro y ha participado en concursos internacionales. “Las actividades que se realizan en una patrulla militar requieren de concentración, resistencia y esfuerzo físico. Lo más duro del torneo fue el cambio brusco de temperatura”.

Su compañero Segundo Pila recuerda que en las noches los dedos se entumecían y el agua se congelaba por las noches. “Este recurso es indispensable para calentar la comida”.

En este torneo los participantes usaron la comida conocida en el Ejército como Tipo C. Esta consiste en  raciones de torta de carne o de souflé de  pollo  guardadas en un sobre hermético con  un dispositivo con carburo.

El químico mezclado con agua calienta la comida en cinco minutos.  La premiación se realizó en el Museo Histórico y Militar del Ejército de Chile.

Para el comandante del Grupo Especial de Comandos, Jorge Merino, a más de participar en la competencia, el principal objetivo fue fortalecer la capacitación. Esta unidad tiene 240 militares.

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