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Jorge Marcos Pino: El terremoto puede revelar nuevos yacimientos arqueológicos

El cerro Jaboncillo, en la zona alta de Picoazá (en Portoviejo, provincia de Manabí), reporta afectaciones en taludes arqueológicos, según el Ministerio de Cultura.

El cerro Jaboncillo, en la zona alta de Picoazá (en Portoviejo, provincia de Manabí), reporta afectaciones en taludes arqueológicos, según el Ministerio de Cultura.

El cerro Jaboncillo, en la zona alta de Picoazá (en Portoviejo, provincia de Manabí), reporta afectaciones en taludes arqueológicos, según el Ministerio de Cultura. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En el año 2007 se inventariaron alrededor de 700 sitios arqueológicos en la provincia de Manabí. El terremoto del pasado 16 de abril pudo afectar tanto a yacimientos conocidos, como a los que aún no se han investigado, según el arqueólogo Jorge Marcos Pino.

Si el yacimiento es monumental, como los que se hallan en los cerros de las cordilleras costeras, estos podrían ser afectados negativamente, sobre todo por derrumbes. “Pero también podrían aflorar nuevos yacimientos (desconocidos) lo cual podría ser positivo si son registrados e inventariados”, indicó a Diario EL COMERCIO el director de la Escuela de Arqueología de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).

El sitio arqueológico Cerro de Hojas-Jaboncillo, en inmediaciones de la parroquia urbana Picoazá (Portoviejo, Manabí), reporta de hecho afectaciones en taludes arqueológicos, según informó la Subsecretaría de Memoria Social del Ministerio de Cultura y Patrimonio.

El centro de investigaciones de la Cultura Manteña, con sus tradicionales sillas en forma de ‘U’, y que el año pasado fue visitado por 25 000 personas, registró fisuras y estallido de sus vitrinas de vidrio con afectación de objetos patrimoniales.

Según Marcos Pino los yacimientos que se encuentran en los valles o los que están cercanos a manglares posiblemente hallan sido menos afectados, aunque en ambos casos recomienda también una inspección. El panorama en provincias como Guayas y Santa Elena “es probablemente menos drástico” al existente en Manabí y Esmeraldas, pero los sitios son también susceptibles a una evaluación técnica.

“La única manera de evaluar la afectación que podrían haber sufrido los yacimientos arqueológicos sería hacer una revisión basada en el inventario que se realizó en la Costa”, indicó Marcos, que descubrió el sitio Real Alto (Santa Elena) en 1971.

En el 2007 el presidente Rafael Correa declaró el Patrimonio Cultural de Ecuador en emergencia, y varias universidades ecuatorianas llevaron adelante un inventario y evaluación del estado del patrimonio cultural. El estado del patrimonio arqueológico de la Costa y las Islas Galápagos fue evaluado e inventariado por la Espol.

“Habrá que plantear un programa de urgencia para poder mitigar los daños. (…) Evaluar si los sitios arqueológicos fueron afectados estructuralmente. Finalmente, proporcionar lineamientos para preservar el patrimonio arqueológico en base a esta experiencia catastrófica”, añadió Marcos Pinos.

Los técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio (INPC), que ya han generado informes iniciales, continúan la evaluación de la afectación al patrimonio cultural de Manabí y Esmeraldas en busca de establecer resultados definitivos. El Ministerio de Cultura y Patrimonio buscaría crear cartografías patrimoniales en los 2 300 sitios arqueológicos de las seis provincias declaradas en emergencia tras el sismo.